
CHAMBERS
Tras un trasplante de corazón, una perturbada adolescente (encarnada por la novel Sivan Alyra Rose) es acosada por visiones tenebrosas y siniestros impulsos. ¿Qué misterio se esconde tras la muerte de su donante? “Chambers” aborda el terror dramático, la fantasía y el policial. La marca de fábrica de la plataforma de streaming más masiva se adapta a las pretensiones artística de la creadora Leah Rachel. Si bien desperdicia algo de ritmo narrativo, aletargándose a lo largo de diez episodios, sabe que congeniar lo divertido y lo delirante a la hora de impactar resulta su carta más segura. Aunque peque de falta de una pizca de atrevimiento y arrastre una historia sobrenatural más allá de sus posibilidades visuales. A pesar de ello, siempre es un placer ver actuar, aún en un disminuido rol, a la bella Uma Thurman.
ALMA
Tras perder la memoria en un extraño accidente de autobús en el cual perecieron sus compañeros de clase, Alma intenta buscar un sentido a los hechos, trascender hacia la propia adultez y averiguar qué ocurrió ese fatídico día. En su ser conviven la desesperación y la pérdida. Este thriller creado por Sergio G. Sánchez, protagonizado por Mireia Oriol, Pol Monen y Milena Smit (la joven actriz descubierta por Pedro Almodóvar en “Madres Paralelas”), nos habla acerca de la disociación de la propia identidad, y elige para ello el formato modélico de suspenso sobrenatural. Atrapada entre extraños en el lugar que alguna vez llamó hogar, y víctima de una amnesia severa, la muchacha se adentrará en lo mitológico del pequeño e idílico pueblo donde transcurre el misterio. Las múltiples capas profundizan la propuesta: hay una fina línea que divide la vida de la muerte, quizás también la ficción de la realidad. “Alma” es oscura, fascinante y digna de maratón.
RIVERDALE
Ambientada en la actualidad y reboot distópico de los clásicos comics de Archie (publicados en 1941), “Riverdale” ofrece una visión atrevida y subversiva de un grupo de adolescentes que exploran los dobleces de su pequeño marco geográfico. Ambientándose en un selecto suburbio, la oscuridad y la rareza conviven como fuerzas encontradas en una estética que privilegia el concepto retro, copiando una página de manual del inigualable David Lynch. Una densa bruma cubre la superficie, mientras la serie desafía las convenciones narrativas y se compromete con lo extraño. Aún pecando de cierta inconsistencia a lo largo de su desarrollo, Roberto Aguirre-Sacasa, productor creativo de la franquicia, consigue entretener, merced a su exploración del condimento pueblerino, el impacto de repentinas muertes y la exploración sexual de parte de sus personajes. Furor absoluto de audiencia en Netflix, su éxito le ha permitido extenderse hacia una séptima temporada.
CLUB DE MEDIANOCHE
Basada en las novelas de Christopher Pike, “Club de Medianoche” indica el regreso al formato streaming del maestro del terror Mike Flanagan. Siete pacientes terminales que viven en el hospicio Rotterdam Home se reúnen cada medianoche para contar historias de esas que no nos dejan dormir. El estándar de lo sombrío se eleva entre las pululantes hormonas adolescentes, ¿sobrevivirán los personajes a los créditos finales de cada capítulo? La muerte acecha en cada esquina, se nos promete, y el creador de “La Maldición de Bly Manor” y “La Maldición de Hill House” está dispuesto a complacernos otra vez. Sin embargo, a medida que los capítulos avanzan, algo de la premisa acabar por no cuajar del todo. Flanagan, quien pudo crear su propio subgénero, con concepción del miedo arraigada en sus principales influencias literarias -Shirley Jackson, Henry James y Stephen King- aquí parece destinado a conformarse con un producto amoldado a intereses por encargo. Firma episodios con piloto automático y no logra asustar de modo convincente.
Categorías:La Pantalla Seriada
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