DELETREAME LO QUE TE CALIENTA

El subgénero de películas eróticas BDSM (Bondage y Disciplina/Dominancia y Sumisión/Sadismo y Masoquismo) constituye un aspecto de sumo interés a abordar por cineastas. Extrañas y diversas prácticas sexuales en las que un participante inflige dolor a otro (u otros) a través de la brutalidad física suele colocar nuestra mirada como espectadores en las zonas más oscuras y escabrosas de la psique humana. Para gustos, no hay nada escrito…Pocas películas han logrado retratar dicha práctica con la precisión y el espíritu provocador de “The Image” (1975), rodada en París y basada, a su vez, en la novela homónima de Jean Berg.

Radley Metzger, favorito soft-core de todos los tiempos, construye una incómoda atmósfera en derredor a las actividades sexuales del bondage y el sadomasoquismo. Uso de látigo, esclavitud, humillación pública. Con cierto sentido poético, nos incita a participar de esta relación secreta y extremadamente sensual que se desarrolla entre dos fascinantes mujeres protagonistas. El placer es sadista y la naturaleza sumisa podría ocultar un volcánico deseo. Un tercer personaje, lejos de la discordia y más cerca de la observación de intensas sesiones de amor, aparece en escena. De incauto testigo a participante directo, el esclavo sexual ofrecerá su cuerpo para gratificación de sendas espectadoras. El efecto se prolonga en todo aquel que quiera oficiar de mirón desde la comodidad de su living.

Dividida en once capítulos, el décimo de ellos («La Cámara Gótica») es el más gráfico e intenso de todos, a medida que el nivel de tortura aumenta al nivel de la aprensión. ¿Dejamos por ello de mirar? El retorcido triángulo amatorio cobra forma, explorando escapadas sexuales de lo más variadas. Para el momento más explícito de toda la película, la actriz Rebecca Brooke se presta para una escena en donde le realiza sexo oral real su compañero de reparto Carl Parker. La escena fue rodada en primer plano y casi sin cortes, en simultáneo a mientras ella es primero masturbada, y luego azotada, rumbo al éxtasis tripartito, por el personaje que interpreta Marilyn Roberts. Regla de tres que no falla.

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