
SALVAJE DIARIO ÍNTIMO (REVELADO)
Lars Von Trier escandalizó al mundo cinematográfico en su totalidad con el estreno en dos volúmenes de su obra ensayo “Ninfómana», una recopilación de ocho episodios en donde una mujer de mediana edad adicta al sexo, con cierto sentido moral, relata a un desconocido sus salvajes experiencias sexuales, desde su adolescencia (interpretada por Stacy Martin) hasta su madurez (Charlotte Gainsbourg). Lo nuevo de Von Trier sacudía el polvo del asiento en primera fila de aquellos espectadores más conservadores. Un acto de provocación perfectamente planeado como manual para orgasmos femeninos; intento que no podía jamás fallar en manos de quien no necesita aparato publicitario ni artificio alguno para conmovernos con su arte.
Cada uno de nosotros sabemos de lo que el realizador danés es capaz, podríamos fácilmente constatar su profusa y polémica filmografía. Así es como se embarcó durante un extenso rodaje, en esta odisea que explorara la sexualidad femenina, a través de marcadas alegorías y asociaciones cuya profundidad reflexiva alcanza al amor (o la falta de él), la culpa, la libertad, el deseo, la religión y la muerte. Más allá de la historia que se nos cuenta, y lo atrapante que resulta esta atractiva y voyeurista mirada directo hacia el centro de uno de los misterios más fascinantes de nuestra condición, destaca en el film una pericia técnica asombrosa para conseguir el impacto visual que determinadas escenas requieren, y en donde lo gráfico de ellas lo es todo.
Von Trier recurrió a numerosas prótesis y actores de doblaje para filmar las tórridas escenas de sexo que se suceden en sendos volúmenes. El equipo de maquillaje debió fabricar toda una serie de extensiones protésicas para órganos sexuales falsos -tanto masculinos como femeninos- que consiguieron extremo efecto realista. Tomemos como ejemplo la escena de felación que protagonizan Jean-Marc Barr y Charlotte Gainsbourg. Durante el interrogatorio previo, para que el espectador pueda ver al personaje masculino erguirse progresivamente mientras su contraparte estimula la imaginación de este, Von Trier debió filmarse en plano inverso, recurriendo a un doble de cine porno para tal tarea…con treinta personas a su alrededor observando detenidamente. Cometido nada fácil para ninguno de los implicados allí.
Abundando en las bondades que el lenguaje cinematográfico ofrece, el director de «Melancolía» (2011) utiliza planos fijos donde la cámara parece congelada, pasando de un plano a otro en cámara lenta, adquiriendo una dimensión de realidad e intimismo mayor en la pantalla. En suma, el estilo decorativo elegido y la dirección de arte que poseen ambas películas conformadoras de la saga dan, por momentos, la sensación de que estamos presenciando teatro filmado, a la manera de la también polémica “Dogville” (2003). Recurriendo a la libertad y la imperfección de la cámara en mano, el director logra escenas realmente ásperas, perfeccionando la logística de los efectos especiales para simulares escenas explícitas de clasificación X rodada con ‘actores estrella’ en el arte de fingir…y presumir de ciertas dotes. No es necesario aclarar la anécdota que involucró (llegando a primera plana sensacionalista) al primer intérprete Shia LaBeouf…
Tres cuartas partes de las escenas de sexo rodadas fueron eliminadas de las dos horas de duración que posee cada entrega, en las respectivas versiones que se exhibieron en la gran pantalla en salas comerciales. Lo que pudimos apreciar del metraje no censurado, es de una labor artesanal encomiable. Una técnica de filmación elegida fue utilizar una velocidad de fotogramas de casi el doble de velocidad (50 FPS) en todas las escenas subidas de tono, proporcional en su efecto a menos cuadros por segundo. Cuando vemos alguna de ellas, en realidad lo que ante nuestros ojos figura el movimiento es una secuencia de fotogramas que pasan a gran velocidad, otorgando dicha sensación al mostrarse de forma consecutiva, constante. Esta velocidad está determinada por los FPS, y en el caso de “Ninfómana”, el truco utilizado le permitió al director la libertad suficiente como para manipular el ritmo y la continuidad mientras ensamblaba las tomas rodadas con sus actores y luego los dobles porno. Pícaro e irreverente, el bueno de Lars.
Categorías:X-NO
Que arriesgada e interesante propuesta.Es muy buena tu elección en éste tipo de peliculas que reflejan el erotismo en la mujer, más que la pornografia que la reduce a objeto. Muy interesante todo lo que mencionás de la secuencia de fotogramas y el ritmo. Excelente arrancar con semejante director y ella, que no es cualquier actriz.
Ojala salga en ésta serie «Love» de Gaspar Noe.
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Muchas gracias por tu comentario, lectura y apreciación. Siempre que podamos buscamos satisfacer a nuestros lectores, «Love» estará incluida en esta sección. Saludos Azul!
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interesante propuesta,yo noto en el trailer muy bien cuidadas las escenas de sexo,no hay nada explicito ni que resulte fuerte a los ojos del espectador,muy buena la reseña
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Gracias Daniel! Podrías sorprenderte si ves la versión sin censura! Gracias por leer y aceptar nuestra propuesta!
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me interesaria verla sin censura
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Tenemos entendida que está disponible en Netflix
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no tengo netflix,me voy a quedar con las ganas de verla
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