DESAYUNO DE CAMPEONES: «En Blanco y Negro» retrata la lucha social de Colin Kaepernick. Por MAXIMILIANO CURCIO

LA PSICOLOGÍA DE LOS COLORES Y UNA VOZ ALZADA

Negros, dulces y mansos, dóciles, humiles y amables. Tengan cuidado del día en que cambien de parecer” Langston Hugues.

Hace más de un lustro, Colin Kaepernick comenzó a manifestar su preocupación sobre la brutalidad policial y la injusticia social en Estados Unidos. Las muertes de jóvenes afroamericanos por abuso de poder se propagaban como un mal endémico, retrotrayéndonos a tiempos de criminal desigualdad. El acto de desacato del deportista, en realidad un llamado a conciencia, resonó en las pantallas de TV de todo el mundo, hincando su rodilla durante el himno nacional antes de los partidos de la NFL. Corría el año 2016, y el movimiento Black Live Matters se hacía eco en protestas y manifestaciones a lo largo de todo el país. La violencia escala a lo largo del último lustro. La agresión y el asesinato perpetrado a indefensos civiles a manos de policías blancos despertaban gestos y llamados de atención en apoyo desde la comunidad deportiva. Algo estaba profundamente dañado en el sistema y requería urgentes medidas.

Kaepernick fue insultado, denostado, por el propio ex presidente Donald Trump. En violenta represalia, su camiseta con el dorsal número siete fue quemada por la intolerancia blanca. Expulsado de la NFL por su manifestación pacífica, nunca sería invitado de regreso, por las siguientes cinco temporadas, más allá de su incuestionable talento. Era el momento de levantar el puño en señal de protesta contra el inquietante ritual que sufren, de generación en generación, familiar afroamericanas; y no existía en tal acto resquicio alguno de estrategia publicitaria. Curioso fue el afecto, acaso otra muestra del extraño mecanismo social; en términos de la audiencia que consume fútbol americano (la práctica deportiva número uno del país del norte, seguida de cerca en popularidad por la NBA), la figura del quarterback se había visto beneficiada por sus acciones: tenía la camiseta más vendida entre los jugadores de la liga nacional. Aunque a cierto sector social le convenga enmarcarlo como el enemigo público número uno; no todo es blanco o negro, ni la rodilla en tierra equivale a genocidio cultural.

La persistente labor social del deportista con miras a la toma de conciencia trascendió los límites de la práctica, habiendo publicado libros y siendo su figura objeto de revisión audiovisual, asociándose con la cineasta Ava DuVernay (“Así nos Ven”, 2019) para crear el reciente docudrama de Netflix “Colin en Blanco y Negro”. Incluyendo animaciones, imágenes de noticias, archivo fotográfico. El propio ex jugador hace las veces de productor ejecutivo junto a Michael Starrbury. Tenemos aquí una interesante intersección entre deporte, política y sociedad, efectiva en mostrar el improbable y dificultoso, ascenso al estrellato profesional de un adolescente (en la piel de Jaden Michael) obsesionado con los deportes y fanático empedernido del ídolo de Philadelphia 76ers. Allen Iverson. Asomaban los 2000 y el destino le aguardaría el desafío de convertirse en un abanderado de los derechos civiles. Sean todos bienvenidos a la gestación de un ícono estadounidense para nuestro tiempo.

Nativo de Milwaukee, Wisconsin, creció rodeado de la audacia de la blancura, su privilegio. Le esperaba un crudo despertar, al volante de un automóvil, en la desolada carretera. Un negro es una amenaza, veamos cómo se mueve y qué oculta. Peligro a la vista. La de Colin fue una prueba de superación y resiliencia monumental. Por ello, la serie nos muestra un coming of age provisto de crudeza y piedras en el camino. El día a día de un niño birracial, criado en un entorno en donde sufrirá agresiones y segregaciones, cuyos padres adoptivos ignoran por completo la cultura afro. Llega un momento en que debemos mostrar de qué madera estamos hechos. El pequeño explora su identidad negra a través del peinado. La moda se convierte en centro de controversia y oposición, desde la tapa de una Slam Magazine.

El propio Colin rompe la cuarta pared para hablar a la cámara y exponer su punto de vista, haciendo hincapié en el impacto de sus acciones y en la perspectiva mayoritariamente blanca bajo la cual Norteamérica sienta sus bases como nación. Desde su fundación hasta hoy. Pongamos la palabra ‘democracia’ en tela de juicio. El atleta pronuncia la siguiente frase: “Algunos dirán que el sistema está roto. Estoy aquí para decirles que fue construido intencionalmente de esa manera”. Existen comportamientos discriminatorios tan arraigados que, en pleno siglo XXI, ciertas dinámicas resultan francamente indignantes. ¿Un negro bien vestido es una anomalía o mera cuestión de estilo? ¿Qué hace a los blancos sentirse cómodos? Un personaje negro con características blancas, aceptables para el resto de la comunidad. La serie escarba profundo en revisar un tejido social dañado de modo casi irreparable. Es mérito de su creadora, una de las cineastas afroamericanas con mayor proyección en la actualidad.

La brillante escena inicial compara, en pasmosa paradoja, el proceso de selección de un campus deportivo con un mercado de esclavos; es una clara declaración de principios que nos sume en profunda reflexión. Medidas y atributos físicos cuidadosamente examinados, en búsqueda del próximo prototipo de estrella generacional. Claro que, siempre hay un entrenador exageradamente duro (y blanco) en el camino. En determinado pasaje de la miniserie episódica se describe a las ‘microagresiones’, un término acuñado por un pionero afroamericano de la psicología. Vocablo que designa “pequeñas indignidades, intencionales o no, que comunican los insultos raciales despectivos, que llevan a sentir la degradación y deshumanización”, del blanco para con el ciudadano negro. Pareciera que la figura de Colin está allí para despabilarnos. Y hay verdades incómodas que debemos escuchar.

¿Quién estaba dispuesto a apoyarlo y quién a mirar a un costado? “Inspirador y voz de una comunidad”, fueron las palabras que utilizó para describir a ‘Kap’ nada menos que LeBron James. El atleta hoy retirado reconoció que, al momento de desacatar un símbolo patrio, sus acciones podrían acarrear efectos contraproducentes en su carrera deportiva. Dispuesto a arriesgar todo cuánto poseía, y a sabiendas que las consecuencias podrían ser estrepitosas, antepuso sus principios, sus orígenes, su ética y su dignidad. Una valentía a la que pocos podrían igualar. Al momento tenía 29 años y se encontraba en la cima de sus facultades física. “Si me quitan el fútbol, ​​mi respaldo, sé que defendí lo que es correcto”, pronunció.



Categorías:Desayuno de Campeones

6 respuestas

  1. Excelente articulo, bien escrito, que valentía la de este deportista!!!!

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  2. muy buen trailer,interesante historia,muy buena reseña

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  3. ¡Excelente!
    Muy buena la diversidad de la Revista.Felicitaciones.

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  1. DESAYUNO DE CAMPEONES: «En Blanco y Negro» retrata la lucha social de Colin Kaepernick. Por MAXIMILIANO CURCIO — Revista Cultural Siete Artes – El Blog de Elvia

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