
EL PEOR VECINO DEL MUNDO / Puntaje: 6 – “El Peor Vecino del Mundo” llega a las salas locales en formato de drama desgarrador enmascarado de comedia. Remake de “Un Vecino Gruñón”, film sueco estrenado en 2015, a su vez adaptado del best seller homónimo, tras su realización se encuentra el siempre sorprendente Marc Foster. Dueño de una filmografía variopinta, capaz de abordar registros tan distintos entre sí como en los films “Monster’s Ball”, “Descubriendo el País del Nunca Jamás” y “Guerra Mundial Z”. La magnífica interpretación de Tom Hanks, pasando de ser el mejor (“Un Buen Día en el Vecindario”) al peor integrante de la comunidad aquí examinada, se convierte en principal foco de atracción. Apoyándose en la masterclass brindada por el doble ganador del Premio Oscar, la película inyecta un positivo mensaje de vida, invitándonos a una reflexión moral que impera desbordante de emotividad. Uno de los actores contemporáneos de mayor renombre se coloca en los zapatos de este veterano que ha probado el bocado más amargo que la vida le ha puesto delante. Riguroso en su actuar, todo alrededor de sí parece milimétricamente cuidado. Sin embargo, sumido en el duelo y en la superación de una devastadora pérdida, no posee motivo alguno para ser feliz. Disgustado con su presente, cada día le pesa. El vuelco de ciento ochenta grados que da su existencia funge como gancho argumental, efectivo en transmitir valores que nos hacen reflexionar acerca de la soledad que atraviesan adultos mayores en determinada etapa de la vida. Sentimientos de tolerancia y gratitud impulsan el minuto a minuto del metraje de esta comedia gestada con corazón y nobles intenciones. Nunca sabremos qué ocurre en la casa de al lado.

AGENTE FORTUNE / Puntaje: 6 – En 2021, Guy Ritchie regresó a sus raíces de acción más pura con “El Despertar de la Furia” y dos años después retorna a la gran pantalla, repitiendo de la mano de los muy sólidos Jason Statham, Josh Hartnett y Hugh Grant. Viejos e ilustres conocidos que vuelven a ponerse a las órdenes del brillante director, creador de logrados films como “Snatch: Cerdos y Diamantes” (2000) y “Rock and Rolla” (2008). La premisa nos sumerge en una clase de cine de género en franca extinción, pero que el británico maneja a piacere. Un agente del servicio secreto británico recluta a una estrella de Hollywood para que lo ayude a rastrear una letal tecnología de armamento en posesión de un multimillonario. Ritmo frenético y humor negro se mixturan bajo la mano maestra de un epítome de la comedia de acción. “El Agente Fortune” cobra típica forma, proveniente de la factoría de un autor para el cual la mordacidad y la ironía resultan indispensables y fieles aliadas. Con la intención de entretener y ofrecer dinamismo, una destacada banda sonora (nuevamente a cargo de Christopher Benstead) compagina secuencias de situación, persecuciones, explosiones y luchas cuerpo a cuerpo. Ritchie rueda con estilo su personalísima visión del subgénero de espías. Aun careciendo del virtuosismo de otros tiempos, firma a pie de página los redituables preceptos que lo hacen dueño de una concepción estética tan particular como consecuente con su entera trayectoria.

MEGAN / Puntaje: 5 – Producida por el maestro del cine de terror James Wan, en compañía de la prestigiosa casa BlumHouse (lo creadores de la reciente y exitosa “Teléfono Negro”), nos llega esta sátira social gestada bajo los códigos del cine de terror. “Megan” resulta una abierta crítica a la hiper conexión e interacción con dispositivos tecnológicos en nuestra cotidianeidad. La incomunicación es un mal propio de nuestros tiempos y anclándose en dichas coordenadas es como el director Gerard Johnston echa una mirada hacia el mundo digital, ese ecosistema despersonalizado en donde el desapego emocional predispone el juego de ambivalencias: ¿proteger significa asesinar?, ¿qué ocurre cuando jugamos con la inteligencia artificial? Tales son los interrogantes que parecieran impulsar la labor de la guionista Akela Cooper, quien retorna a trabajar junto a Wan (luego de “Maligno”). Resulta imposible no trazar vínculos entre Megan y el recordado muñeco diabólico Chucky, aquel regalo de cumpleaños para un nuño solitario que se estrenara en la gran pantalla en 1988. Si en aquel momento, el ritual satánico necesario para volver a la vida a un ser inanimado, en plena era digital es más esperable encontrar en el mejor amigo no humano a esta muñeca hiperrealista que nos cuida, educa y otorga bienestar. A lo largo de la película, se erigen reflexiones con intermitente violencia y un sentido del absurdo necesario para comprender las tonalidades de una propuesta que adolece de cierta fuerza y consistencia. Escasea lo sinestro entre meros golpes de efecto. Un “Megan” es un juguete siniestro desperdiciado.
Categorías:Rincón Cinéfilo
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