
Parece ser que el hombre
quiere impedir
la salida del sol.
Ya no penetrará rendijas
de puertas y ventanas
ni mentes claras.
No serpenteará alegremente
por espacios inimaginables
de ingresar.
Lo recordamos y no lo atendimos
estuvo todo el tiempo ahí.
Ahora el rincón,
se ve oscuro.
Nos vence inocultablemente
la falta de luz.
Categorías:Poesías al Margen
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