
-El documental “La Plata Contada” (2021) aborda tu interéssobre el patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad, en un recorrido histórico y visual que, imagino, ha resultado un enorme desafío de investigación. ¿Cómo nace este proyecto, Sebastián?
En el año 1982, justo después de la guerra de Malvinas, en ocasión de los festejos del centenario de la ciudad de La Plata, mi padre me llevó a la Plaza Moreno y allí presencié, debajo de un gazebo, la torta de cumpleaños repleta de hormigas y otras cosas más interesantes, como los frenéticos trabajos de excavación para desenterrar la piedra fundamental de la ciudad centenaria. A partir de allí comenzó mi interés por la historia de La Plata y todas mis indagaciones posteriores se transformaron en fragmentos de un rompecabezas que fui armando lentamente y que se cristalizaron 40 años más tarde en mi película LA PLATA CONTADA. Para hacer este documental leí muchísimo sobre la historia de la ciudad. La historia
oficial y la historia oculta. Las principales líneas de investigación fueron la influencia de la masonería en la realización de La Plata; la enemistad de Rocha con el presidente Roca; la eterna rivalidad con Buenos Aires; los símbolos masónicos en el plano, las primeras Logias, la cuestión arquitectónica y urbanística sin parangón.
Ya en año 2013 lancé una serie de cortometrajes, uno de ellos llamado: «EL CUADRADO ROTO», que tuvo mucha repercusión pública porque denunciaba la degradación urbana que sufría por aquél entonces La Plata, donde se derribaban impunemente edificaciones patrimoniales para construir nefastas torres y edificios. Mucho de ese material filmado entre 2012 y 2013 está presente en LA PLATA CONTADA.
-El legado de nuestra ciudad se encuentra atravesada por la huella masónica, los mitos y la crónica maldita que traman aquella primera época y se prolongan hasta el presente. Me resultó especialmente atractivo el abordaje que llevás a cabo acerca de los círculos de poder intervinientes en la fundación de La Plata. ¿Qué podés contarnos al respecto?
Al momento de la fundación de La Plata, las relaciones entre el presidente Julio Roca y el Gobernador bonaerense Dardo Rocha se habían enfriado. Ambos desconfiaban uno del otro. Aunque habían sido aliados en el pasado, ahora se suponían rivales políticos. Está documentado que hubo un plan revolucionario para derrocar al presidente Roca que no se llevó a cabo (lo confiesa Carlos D´Amico en su libro). En definitiva, entre los poderes nacional y provincial, había tensiones. Rocha quería trasladar la capital nacional a La Plata, pero ese plan fracasó. Roca vencería en la contienda (imponiendo su sucesor en 1886), y marcaría el destino de La Plata como la “ciudad que no fue”. La salida de Dardo Rocha de la arena política, sumada a la crisis del año 1890, hicieron el resto: La Plata pasó a ser una “ciudad muerta”, una “infeliz necrópolis”, según el testimonio de algunos viajeros. Ese es el germen del mito de la maldición de La Plata, y de la bruja tolosana que maldijo
a la ciudad y profanó la piedra fundamental por encargo de Roca. Para decirlo de otro modo, la lucha entre las facciones de la Generación del Ochenta, que no tenían
diferencias fundamentales en la visión de país, se sintetizó en la fábula de la maldición de La Plata, teoría a la que no adhiero, pero que forma parte del imaginario colectivo y me pareció necesario dejarlo en claro en el documental.
¿Has podido leer los libros autoría de Nicolás Colombo “Misterios de la Ciudad de La Plata, vol I y II”? ¿Qué bibliografía del estilo podrías recomendar a quien quiera adentrarse en la historia de nuestra ciudad?
Claro que he seguido el trabajo de Nicolás Colombo desde la publicación de su Blog, hace tantísimos años. Nicolás comparte nuestros mismos intereses con respecto a la historia y mitología de la ciudad, por eso lo hemos convocado para que brinde su testimonio. Pero hemos leído mucho y nos hemos nutrido de las fuentes primigenias también, como las de José María Rey, Arturo Capdevilla, Antonino Salvadores, Carlos Moncaut (desde la mirada historiográfica), los trabajos del Ingeniero Morosi, de Alberto de Paula y Alain Garnier (desde la mirada urbanística) y de Martin Epeloa (específicamente sobre la historia masónica platense). Hay un libro que considero un tesoro y se llama «La Plata ciudad milagro», editado en 1982. En especial me impactó mucho la «Historia Oculta de la ciudad de La Plata» (de Gualberto Reynal). Un libro que realmente es hermoso es «La Plata vista a través de los viajeros» (Barcia), que compila muchos relatos de viajeros en su mayoría extranjeros que visitaron La Plata en los
primeros tiempos. Hay enormes trabajos de Carlota Sempé sobre el arte funerario. He leído también la historia religiosa de La Plata. Me interesa para un futuro trabajo
abordar ciertos poetas platenses, como los de la Primavera fúnebre.
-Hace especial hincapié tu documental, sobre su desenlace, acerca de la degradación urbana en la vida moderna, en la búsqueda de concientizar al espectador. ¿Cómo percibís este aspecto y por qué te pareció necesario pronunciarte en tal sentido?
Desde el año 2010 aproximadamente comencé a observar con preocupación, que se derrumbaban edificios patrimoniales en el centro de la ciudad para edificar horribles torres de departamentos, generando concentración, falta de luminosidad, caos y degradación en la calidad de vida de los ciudadanos. En 2012, luego de emprender un registro documental muy exhaustivo de las edificaciones en peligro, estrené la serie documental «Villa Francia» de donde se desprende el corto más famoso: «El Cuadrado Roto», cuyo propósito era precisamente encontrar la belleza en las antiguas edificaciones de La Plata y denunciar el hecho de que estaban en peligro por la picota demoledora. La denuncia trasciende lo meramente urbanístico y creo que apunta a lo sensitivo, a recuperar las ideas fundacionales de la ciudad higiénica. Me costó muchísimo hacer el relevamiento audiovisual, y agradezco a Julio Salerno por haberme acompañado en la tarea. Pasé cientos de horas arriba de terrazas, esperando la hora adecuada para gatillar una toma o en las calles de La Plata, muchas veces sólo con mi cámara, encuadrando apurado y con miedo de que me roben. Entonces, como homenaje a mismo, decidí poner en LA PLATA CONTADA bastante material fílmico de aquél relevamiento de 2012. Ya durante la pandemia, cuando estaba editando el corte final de LA PLATA CONTADA, ese material me vino fantástico.
-El modelo bajo el cual se diagramó la ciudad de La Plata pervive hasta hoy como precursor. ¿Podría entenderse a la ciudad como una especie de terreno de experimentación para la urbanística de avanzada?
Sin dudas que sí. Es sabido que Rocha y Benoit se nutrieron de las ideas del higienismo sanitarista y del diseño de ciudades ideales del renacimiento. Sin embargo, pocos ejemplos habían sido llevados a la realidad. Hubo en los hacedores de La Plata una confianza ciega en que el entorno armónico urbano influye en la vibración de los habitantes. Siempre pensé que el diseño de La Plata estaba realizado con el propósito de brindar armonía, orden, paz social. Aunque debo reconocer que le he prestado también atención a la otra campana, que murmura que La Plata es una ciudad decadente, oscura y opresiva. En definitiva, nosotros no hemos habitado la ciudad de La Plata de los primeros años, donde todas las ideas higienistas y de avanzada estaban al servicio de la ciudadanía. Nuestra generación ha transitado por la ciudad rota, desestructurada y donde se han cometido verdaderos crímenes urbanos. Por eso mismo, mi sensación personal es que hemos retrocedido muchos peldaños. En ocasión del estreno de LA PLATA CONTADA un periodista me preguntó si el hecho de mostrar la degradación urbana de La Plata respondía a una propuesta estética del film. Mi respuesta fue que justamente había hecho todo lo contrario: tuve que esforzarme por disimular la degradación urbanística en función de que la ciudad pareciera más bella
en la pantalla.

-En “La Muralla Criolla” mixturas animación, documentación y testimonios para relatar un episodio ocurrido en la Argentina del siglo XIX. ¿Cómo nace tu pasión por la historia y la identidad de nuestro pueblo?
LA MURALLA CRIOLLA fue mi ópera prima documental sobre un tema histórico que
siempre me intrigó desde joven: la excavación de una zanja monumental en el oeste
bonaerense para dividir la “civilización” de la “barbarie”. En los manuales escolares y la bibliografía de divulgación, el tema es escaso. Sin embargo, siempre desconfié de la historia oficial. Hacia el año 2010 me propuse investigar con mayor profundidad el tema y en los años siguientes viajé a los lugares donde había surcado aquella zanja (Carhué, Guaminí, Trenque Lauquen y Puan). Durante muchos años me pasé leyendo y escribiendo el guión del film (un guión de hierro, podría decirse, pues aquello que había escrito fue filmado casi literalmente).
El empleo de las animaciones surge de la necesidad de no contar con suficiente material de archivo iconográfico. La acción transcurre en 1876 y 1877, lo que hace escaso el material fotográfico. Finalmente, toda la bibliografía leída y toda la experiencia acumulada me sirvió para profundizar sobre el genocidio a los pueblos originarios. Y de allí surgió mi segundo documental: 4 LONKOS.

-En el pasado mes de julio, en el marco de la celebración del «Día de la Provincia de La Pampa», se proyectó tu documental sobre la vida, muerte y profanación de cuatro líderes indígenas. Contanos qué te motivó a filmar “4 Lonkos”.
4 LONKOS es mi obra maestra. Tenía muy claro desde el principio que debía contar la profanación de los restos humanos indígenas y la exhibición de esos “trofeos de guerra” en los principales Museos argentinos. Debía contar la brutalidad de los pretendidos científicos, poner en tela de juicio la “civilización” y especialmente el nefasto rol del Perito Moreno y de Estanislao Zeballos. Desde chico, visitando el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, sospeché que aquél era un lugar denso y oscuro. De grande lo confirmé, pues en sus depósitos se clasifican unos 10.000 restos esqueletarios, producto del saqueo de tumbas indígenas a lo largo y ancho del país. 4 LONKOS es un film que genera mucho respeto y conciencia. Yo sabía que me iba a entrometer con la muerte, con lo sagrado, con la profanación. A pesar de los éxitos obtenidos (el film se vio en muchos países), Sufrimos la muerte de cuatro lonkos durante el proceso. Se fueron Osvaldo Bayer, Carlitos Martínez Sarasola, Luis Eduardo Pincén y Lorenzo Cejas Pincén. Me considero muy afortunado de haberlos incluido en el film, pero mucho más de haber contado con el cariño, la amistad y el respeto de todos ellos.
-¿En qué pantallas podemos ver actualmente tus documentales?
4 LONKOS se puede ver en Vimeo, Youtube y Cine.ar. LA MURALLA CRIOLLA se puede ver en Vimeo y YouTube. EL CUADRADO ROTO, en YouTube, y LA PLATA CONTADA, aún es muy fresquita, pero prontamente la liberaré para visualizar en mi canal de Vimeo.
Sobre el director
SEBASTIAN RAUL DIAZ nació el 31 de octubre de 1973, en La Plata, Provincia de Buenos Aires. En 1992 comenzó a formarse en el Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC). En 1999, junto a Gabriel Arregui, comenzaron a materializar el largometraje “Mataperros” (INCAA 2001), que se estrenó en 2002 en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en diferentes salas del país y del extranjero y por señales de aire y cable. Investigador de la historia nacional, profundamente comprometido con la causa indígena, ha dirigido y estrenado en Argentina y distintos festivales del exterior, los documentales “La muralla criolla” (INCAA 2017) y “4 Lonkos” (INCAA 2019), que denuncian el genocidio perpetrado por el Estado argentino durante las Campañas al Desierto. Recientemente ha terminado el documental “La Plata contada” (INCAA, 2020), que narra la historia política,
urbanística y masónica de la ciudad de La Plata.
Categorías:Conversaciones Siete Artes
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