
CONVERSACIONES CON ASESINOS: LAS CINTAS DE WAYNE GACY
Joe Berlinger, responsable de “Las Cintas de Ted Bundy” y de “El Hotel Cecil”, se muestra, por enésima vez, como un especialista en indagar el oscuro envés de los casos policiales más resonantes de Norteamérica. Aquí, se dispone a adentrarse en la perturbada mente de uno de los asesinos más populares de la historia moderna: John Wayne Gacy. Macabra inspiración para Stephen King, en la creación de su icónico “Pennywise”, un serial killer que cobró un total de treinta y tes víctimas comprobables, durante su raid hacia la década de 1970. El documental explora la persecución mediática y policial llevada a cabo, mientras el método de investigación empleado por Berlinger se vale de herramientas certeras al momento de recopilar un preciado material de archivo: registros audiovisuales y cintas de audio originales se combinan con un ejercicio de elipsis temporal que construye en mosaico las andanzas del nefasto criminal. El estilo de narración no lineal perpetrado por Berlinger, a estas alturas un experimentado en el true crime documental, incrementa la intriga, mientras descubrimos el sádico y atemorizante perfil que identifica los patrones de conducta de un desequilibrado y, acaso -haciendo un paralelismo con la controvertida figura del psicópata Ted Bundy-, dueño de una personalidad carismática y engañosa. Ahonda la flamante miniserie, a través de sus tres capítulos, en el pasado represivo y conflictuado de Gacy, en búsqueda de descubrir los síntomas patológicos que conforman al monstruo. Tras su máscara sonriente, y como un acto en terrorífico espejo, la perversidad del asesino se retroalimentó del costado más vulnerable de aquel a quien oprimió.
THE NIGHT STALKER
Una Estados Unidos azotada por criminales seriales, hacia mediados de la década del ’80, se ve nuevamente impactada por un caso de interés público que repercute a nivel internacional. El objeto periodístico de estudio resulta aquí Richard Ramírez, quien cobrara un total de catorce víctimas, entre los años 1984 y 1985. El documental “The Night Stalker” nos trae al presente retazos de una época profana. Dinámico e intrigante, posa su mirada sobre una figura que resultara fuente de inspiración para escritores y cineastas. Ramírez, responsable de secuestro, violación, tortura y asesinato, conforma el identikit de uno de los criminales más macabros de la historia moderna norteamericana. Dividida a través de cuatro episodios, este logrado documental en formato miniserie, se adentra en la turbada psiquis de un joven retraído y solitario, consumido por sus traumas juveniles y quien luego afirmara estar poseído por Satanás durante sus actos. Atribuyéndose ser el mal en persona y cuchillo en mano, aterrorizó a la ciudad de Los Ángeles a mediados de los años ’80. El brillo del filo encegueció a las víctimas de este femicida y depravado acosador sexual. Luego, el cuerpo policial colocó en marcha una auténtica cacería humana; Ramírez no podría escapar de la implacable persecución, siendo aprehendido del modo más elocuente y menos esperable. Las instancias mediáticas de un juicio que tardó tres años en celebrarse elevaron el caso a un nivel de popularidad inaudito.
EL DESTRIPADOR DE YORKSHIRE
Un asesino opera con total impunidad. El miedo surge al caer la noche y las mujeres son el target elegido. A través de cuatro episodios pensados para fans del siempre atractivo subgénero ‘true crime’, se nos presenta una secuencia de eventos delictivos, relatada de forma cronológica. La figura en cuestión semeja a un auténtico ‘Jack, El Destripador’ contemporáneo, surgido de la espesa niebla londinense. El impune maniobrar de Peter Sutcliffe, un elusivo asesino en serie, aterrorizó la localidad de Yorkshire a mediados de los años ’70. Su modus operandi incluía mutilaciones abdominales y genitales. Durante un lustro, su cruel andanada desató el horror generalizado, profundizando el cisma a una época atravesada por un clima social condicionado por la variable política. Medio siglo después, emerge a la superficie la oscura sombra proyectada en testimonios de sobrevivientes e involucrados en la investigación policial. El documental evidencia cómo el indetenible raid asesino termina por afectar a las instituciones encargadas de llevar seguridad y alivio a la desconcertada comunidad. La dupla de directores Jesse Vile y Ellena Wood se calzan las ropas de investigadores, en busca de pistas concluyentes, prefiriendo hacer hincapié en cómo era considerado, expuesto y maltratado el género femenino, dentro de un sistema en extremo patriarcal y estricto. El periodismo de investigación supo colocar el punto sobre las íes, visibilizando las grietas de un aparato judicial que ameritaba un cambio radical en su maniobrar. Profanas descripciones profundizan en una imaginería de violencia inaudita, Sutcliffe esparció el medio calles al norte de Inglaterra. En noviembre de 2020, aún cumpliendo condena perpetua, falleció a causa del COVID-19.
ASESINO CONFESO
Netlifx recobra la forma clásica de generar ingresos mediante una docuserie sobre asesinos seriales, subgénero extremadamente rentable y proliferado dentro de su siempre renovado catálogo. Robert Kenner y Taki Oldham se colocan tras las cámaras para dilucidar el misterio que aún conserva un caso extremadamente escandaloso. ¿Quién fue en realidad Henry Lee Lucas? Un itinerante, un criminal en perpetuo movimiento, un trashumante capaz de habitar dos lugares al mismo tiempo. Un poco de todo ello…o nada a la vez. Su nefasta trascendencia se bordea en pliegues de fantasía. Al ser apresado, Lucas confiesa cientos de asesinatos, inclusive el de su propia madre. Los cuerpos hallados se acumulan sin ningún patrón o paradero específico, mientras cinco episodios de cuarenta minutos de duración cada uno de ellos intenta esclarecer tan escabroso panorama. Dos perspectivas radicalmente opuestas se abren ante nuestros ojos: ¿estamos ante un prolífico serial killer o se trata de un mentiroso y estafador compulsivo? El de Lucas es un retrato poliédrico e inefable, acaso la historia y teja pliegues de irremediable solución. Una larga lista de víctimas fue luego desacreditada al proceder del tristemente célebre personaje, y el número final se redujo ostensiblemente. Es probable que nunca sepamos cuánto hubo de leyenda y cuánto de realidad. Un sistema judicial defectuoso alimentó la leyenda de una figura compleja y enrevesada. La respuesta más fácil de obtener podría convertirse en el error más trágico que asimilar. Es esta la verdad más perturbadora que el caso nos lega, cuarenta años después.
Categorías:La Pantalla Seriada
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