La mujer que habita en mí tiene luces y sombras, a veces es un ángel, otras un demonio.

Posee el perfume de la libertad, pero desea encontrar un puerto seguro en donde anclar.

Tiene heridas sanadas y otras tantas por tratar.

Está hecha de momentos, puñados de recuerdos, retazos que conforman su historia y marcan su identidad.

A veces es poesía, una tarde de primavera, una puesta de Sol.

Es pasión y arrebato. Valentía y osadía.

Otras veces se pierde, se apaga. Es una noche de invierno, fría, distante.

El miedo la asalta y se llena de desconfianzas.

Es soñadora, camina por las nubes, vive en su mundo, pero también se obliga a caer en la realidad.

Tropieza, se levanta. Llora y ríe con la misma facilidad.

Hay en ella ternura y dulzura.

Podés encontrar en sus ojos el amor y en su sonrisa la comprensión.

Tiene días de mal humor y poco control. Emociones a flor de piel.

Es un torbellino y al mismo tiempo paz y armonía.

En ocasiones se olvida de ella misma y necesita que le recuerden su valía.

Es impulsiva y extremista. Dramática, romántica y un tanto descarada.

Llena de defectos que la hacen más humana.

Un poco loca, un poco cuerda, siempre encuentra las fuerzas para sobrevivir ante lo que le tocó combatir.

La mujer que habita en mí no es tan diferente de la que habita en ti. Pues ambas, al final del camino, lo único que desean es encontrar aquello que llaman felicidad.

Daniela Patrone

CARPE DIEM: CUENTOS PARA DISFRUTAR EL MOMENTO (2021, EDITORIAL DE AUTORES DE ARGENTINA)

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