
Río Inn, Austria, 1898
Era una placentera tarde del mes de diciembre, la suave brisa acariciaba el rostro de Jacob Weinberg, quien se encontraba sentado a orillas del rio Inn, mirando el cielo límpido y resplandeciente, descansando luego de una agotadora jornada de trabajo.
En el otro extremo, un niño de aproximadamente nueve años jugaba con una cometa en el aire, imaginando que era él quien volaba. De pronto, la cometa se soltó de la pequeña mano que la sostenía y fue a caer en medio del río.
Sin pensarlo dos veces, el valiente niño se adentró en las tumultuosas aguas en busca de su preciado juguete, sin tener en cuenta que no sabía nadar.
Jacob, quien había sido testigo de la escena, se lanzó al rio y luego de una desesperada búsqueda, pudo dar con la criatura y salvarlo de morir ahogado. Una vez repuesto y en tierra firme, Jacob le preguntó el nombre, a lo que el niño respondió: «Adolf Hitler».
Auschwitz, 1943
Jacob Weinberg, junto con muchos otros judíos, estaban caminando rumbo a la cámara de gas.
Cuando la puerta se cerró para ponerle un punto final a todas esas almas que suplicaban por sus vidas, Jacob se acurrucó en un rincón, mentalmente se trasladó a las orillas del rio Inn y su último pensamiento fue: ¿Qué hubiera pasado si…?
CARPE DIEM: CUENTOS PARA DISFRUTAR EL MOMENTO (2021, EDITORIAL DE AUTORES DE ARGENTINA)
Categorías:Pulsos
Deja una respuesta