NOVEDADES DISCOGRÁFICAS: «Futurología Arlt» (2022, Fito Páez). Por MAXIMILIANO CURCIO

YO SOLO HAGO MÚSICA PARA CAMALEONES

“Futurología Arlt”, de Fito Páez, es una gratísima sorpresa dentro de las novedades discográficas de nuestro medio. Su estreno representa un singular, inédito e inesperado ejemplo en su clase, en tanto y en cuanto un artista estrechamente vinculado al rock se aboca a un proyecto cuya orientación musical aborda la música instrumental y orquestada, con un grado de exquisitez, profundidad y conocimiento mayúsculo. La relevancia de este trabajo pone de manifiesto, también, la ambición y visión artística de Páez, conformando la siguiente entrega de una trilogía, “Los Años Salvajes”, que comenzara durante el pasado mes de noviembre, con la edición del disco homónimo que coleccionara una decena de nuevas canciones de rock con destino de clásico. Constituyendo un anverso perfecto, este repertorio editado por Sony Music en formato de doble CD, pocos días antes de que el músico festeje sus cincuenta y nueve años de edad, ofrece pasajes en igual medida majestuosos, épicos e intimistas, dignos de la absoluta admiración. Un corazón sinfónico del que brota este puente imaginario de ritmos, melodías y armonías, uniendo en sus dos extremos el tránsito de un siglo. De arquitectura sonora sublime, está inspirado en “Los Siete Locos», cabal novela que se erige como uno de los pilares de la magna concepción arltiana, un auténtico estudio del ser humano y concienzudo conocimiento del contexto sociopolítico argentino del siglo XX.

Es tal sentido precursor del escritor argentino Roberto Arlt (1900-1942) el que consagró a temprana edad al autor de “Los Lanzallamas”, “El Juguete Rabioso” y “Aguasfuertes Porteñas”. Editada en 1929, cimentó la extensa y vertiginosa obra de quien es considerado como una de las grandes plumas de la literatura hispano parlante de la última centuria. Un texto complejo que aborda preguntas universales que alcanzan a cualquier ser humano: indagaciones morales, la soledad, la angustia, el miedo a la vida y lo inquietante del después de la muerte. La poesía implacable que, desde los márgenes, testimonia el horror de la existencia. Allí aparecen cuerdas, vientos y percusiones decodificando el gen literario. Fito busca y encuentra su piedra filosofal…Conmovedor desde la primera escucha, los títulos de las canciones se van engranando, a medida que se filtran imágenes y tonalidades poderosas: una niña, un abrazo, un revólver, una caja negra y un tren; sexo, política, traición y un amante asesino; una logia, una farsa, una reina y un ángel. El flamante “Futurología Arlt” nos regala un relato conceptual, atravesado musicalmente por la potencia del ritmo porteño más autóctono, el tango; también por la imponente belleza sinfónica de la música orquestal y la emotiva atmósfera de las bandas sonoras para cine. Surgen tramos de jazz rock en alta fidelidad, el disco surca galaxias y parece hablarnos desde el futuro; Páez habla el mismo lenguaje de los dioses García y Spinetta.

La historia de esta auténtica odisea creativa posee un trasfondo sumamente especial. Convocado por Julio Bocca, en 1995, para un proyecto multidisciplinario luego inconcluso, es que la obra llega hasta el presente, con el deseo de soñar con una futura adaptación teatral. Lo sabe bien Páez, los artistas se hacen de aquellos desafíos que sortean todo tipo de improbabilidades y obstáculos. Atravesando maelstroms, yendo directo hacia el epicentro de la tormenta perfecta desatada en el medio del mar. Fito caza a su propio Moby Dick, construye su adorado Fitzcarraldo. No nos sorprenden sus amplias influencias literarias, cada una de ellas ha marcado su obra de principio a fin. Fito dialoga con su propia biblioteca de Babel, mientras transporta guiños y señas a través de sus canciones. La huella autoral, si estamos atentos a cada metarreferencia a lo largo de una discografía prolífica, nos lleva por Ernesto Sábato, Jorge Luis Borges, Manuek Puig, Victoria Ocampo, Franz Kafka, Henry Miller, Rodolfo Fogwill, Néstor Prelongher y Osvaldo Lamborghini. Fito cultiva su ávido intelecto dedicando horas a la lectura. Allí aparece Arlt, como un impostergable faro.

Producido por Páez, en compañía del especialista técnico Gustavo Borner y su inseparable compañero de aventuras, Diego Olivero, el álbum cuenta con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional Checa y del bandoneonista Ramiro Boero. Bajo el asesoramiento de Ezequiel Silberstein, a mediados de 2021 Fito se traslada a la ciudad de Los Angeles, con miras a registrar el material a lo largo de cinco jornadas de grabación, y en simultáneo con la orquesta haciendo lo propio desde Praga. Luego, de regreso a Buenos Aires, se procedió a una nueva instrumentación incorporada, de cara a las mezclas finales. La maquinaria cobraba un vuelo colosal, y meses después el disco llega a nuestras manos. El arte de coleccionar discos como objetos de cultura preciados es una afición que no pierde todo inclaudicable melómano. Apreciando su gusto estético, el llamativo dibujo de tapa nos sorprende (el diseño de arte corre por cuenta de Max Rompo y Ale Pippa), trasladando la idea de la rosa de cobre realizada a través de la técnica de galvanoplastia que indica el protagonista en un tramo de la novela. Ahora solo quedar colocar el CD sobre bandeja, apretar play y dejarnos envolver: la melodía es en tu alma, la música es la luz del alma y hay melodías que vienen de hace mucho tiempo atrás…

<<Entra el sol, la maldad y una vida canalla/ el amor que se va y no vuelve/ La verdad, cuando Remo Erdosain nos decía que amor es dinero, corría simplemente el velo y pudimos entrar/ Buenos Aires, rufián, cuando todo el mundo era un destello…>>. “Amor es dinero/Remo Erdosain” abre el disco, y es el único instante de la maravillosa gesta musical en donde escucharemos la voz del rosarino. Una veintena de canciones se suceden, apropiando el compositor su propia interpretación de este mito de la literatura argentina. La nave aterrizó, la mirada es caleidoscópica. Representan los climas musicales abordados, en síntesis continua, comunión, subversión y ruptura, como tópicos fundamentales en torno a los que gira la trama novelada, la cual cuenta con una recurrente crítica y estudio social a la Argentina de los años ’30. Radiografía de un país mirándose al espejo de sus propias miserias, también transpuesto en la obra maestra cinematográfica que Leopoldo Torre Nilsson concibiera en 1974. A casi un siglo de su concepción, permanece intacta la agudeza reflexiva de un Alrt, infundida en Páez, capaz de plasmar la naturaleza metafísica de estos singulares caracteres, abordando la desesperación frente a un presente cruel, pleno de sinsentidos y deseos revolucionarios.

Con vuelo poético y el vigor que caracterizaba a la novela original, los laberínticos pasajes instrumentales del disco parecen conjugar en sus melodías las obsesiones y delirios pertenecientes al ser interior de unos protagonistas que reflexionan sobre una realidad política, económica y social acuciante, síntoma de la Argentina en tiempos de la Década Infame. Será la música un oasis, nos estremecen segmentos grandilocuentes que parecen extraídos de una anárquica fantasía cinematográfica. La relectura de Páez envuelve a los personajes de la novela, un regreso a aquellas páginas que posibilitan la rebeldía, que se encumbra contra la cordura, esa que maniata la autonomía de todo ideal y que también transita una constante que se repetirá a lo largo de la inestable, frágil y turbulenta vida social de un país. Resuenan en uno de los máximos referentes de nuestro rock las palabras llevadas al papel por el cuentista, dramaturgo y periodista, precursor del absurdismo y del existencialismo. En Páez, como en Arlt, sendos inventores, las palabras chocan y se intoxican, los sentidos se abren a nuevas y superadoras dimensiones. Las sentencias, tan desconfiadas de sí mismas, se retroalimentan e interpelan al lector, aquí convertido en atento escucha. Eterno, abre Arlt. Chamán hechicero, Fito captura sonidos suspendidos en el aire. Sabe que la música no necesita de palabras. Y que el lenguaje del silencio canta, como decía Roberto Goyeneche.

Nos has dicho ya, tus regalos deberían de llegar, y la trilogía a la que destinó sus últimos dos años de incesante creatividad, culminará el próximo mes de abril, con la edición de “The Golden Light”, un álbum de canciones al piano, en donde Fito retoma la modalidad de registro que utilizara para el celebrado y recordado “Rodolfo” (2007). Mientras tanto, las primeras escuchas del suntuoso “Futurología Arlt” nos convencen de que Páez es un artista en estado de levitación, presto a sorprendernos gratamente cuando creemos que ya ha alcanzado su cosmovisión musical la cumbre de su arte. La inquietud, la lucidez y la curiosidad permanente lo llevan aquí a fusionar un abordaje al tango que recuerda y honra a Astor Piazzolla, con un acercamiento a la música de cine (en enésimo roce con el séptimo arte a lo largo de su profusa trayectoria) que en nada envidia a monstruos sagrados como Henry Mancini, Nino Rota y George Delerue. En esta preciosísima pieza habita la esencia de Arlt, perviviendo su pluma en la llama incombustible de un rosarino bendito. Entréguense a la hipnótica, sensible y suprema escucha del colosal «Futurología Arlt». Fito abraza su divina gloria.

NdR: Quienes puedan adquirir el disco en físico, disfrutarán de un texto escrito por Fito, de dimensiones metafísicas. Una profundidad de reflexión estremecedora.



Categorías:Alta Fidelidad

1 respuesta

  1. Parece más bien una opinión financiada por Páez. Una pena. Un poco de imparcialidad, señores.

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