
«Distancia de Rescate» (2021, Claudia Llosa)
Puntaje: 6
La compleja novela de Samantha Schweblin (escritora argentina, radicada en Berlín y cuya obra ha sido traducida a múltiples idiomas) es transpuesta a la gran pantalla, renovando la inagotable búsqueda literaria. Co-guionada y dirigida por la directora peruana Claudia Llosa (la lograda “La Teta Asustada”), “Distancia de Rescate” se observa en su adaptación una laborioso acabado para un sentido estético notable. El nivel de abstracción literario tensa sus fuerzas con la concreción visual del lenguaje cinematográfico, por enésima vez. El cine acomete el desafío de relatar lo abstracto, tramando una relación con los mecanismos literarios que nos retrotrae a los orígenes mismos del séptimo arte. La pregunta se balancea, reiterándose inconclusa: ¿fidelidad espíritu original o inventiva bajo rasgos de autor? “Distancia de Rescate” cobra cuerpo y forma, espejando su vida paralela bajo la maquinaria cinemática. Un thriller sobrenatural que nos habla acerca de aquellos instintos que terminan por imponerse; es el retrato de un envenenamiento progresivo. Es la angustiante noción de que lo familiar puede volverse extraño. ¿En quién podremos confiar? El terreno de lo siniestro roza los pliegues de la fascinación erótica y la mirada infantil pareciera interrogarnos desde el rincón más oscuro de la pérdida de la inocencia. La directora exhibe sutileza visual, una narrativa pausada y especial atención en pequeños detalles que exigirán la completa atención del espectador, tal cual se nos remarca. La mutua atracción entre sendas protagonistas femeninas da paso al extremo terrorífico, ejercitando una poética mirada del mal. Innovadora, la película plantea un punto de vista narrativo fluctuante, que elude todo convencionalismo. En la voz del relato, quizás, se resguarden ciertas llaves poseedoras de sentido. Los elementos de la naturaleza y el paisaje geográfico otorgarán suficiente simbolismo a la hora de desentrañar el misterio. El silencio revela lo inesperado: el tamiz de lo aberrante reflejará un objeto observado con idéntica inquietud. “Distancia de Rescate” es cine de género en expansión bajo la poderosa lente de la realizadora latinoamericana.

«Minari» (2020, Lee Isaac Chung)
Puntaje: 6
Quinto largometraje de Lee Isaac Chung, guionista y realizador norteamericano de ascendencia oriental. Cinta de tintes autobiográficos para el director de “Lucky Life” (2010), una de las favoritas en la última entrega de los Premios Oscar retrata el viaje de una familia coreana, migrando hacia Estados Unidos en busca de la tan mentada tierra prometida. La obsesiva conquista del sueño americano sustenta un relato familiar dramático. Una narración persigue el detalle para destacar la idiosincrasia de sus raíces y la construcción de los vínculos, si bien en más de una ocasión pecará de extrema literalidad para dar a conocer la sabiduría del mensaje que sustenta: rangos etarios como metáforas no otorgan mayor dimensión de análisis. Con producción de Brad Pitt, quien retoma la labor desde productos como “Moonlight” o “Doce Años de Esclavitud”, “Minari” hereda el devenir de la vida de retratos genealógico autoría de Hirokazu Koreeda. Ganadora a su estreno en la última cita de Sundance, la íntima visión comprende obstáculos como parte de la vida, consumando el enésimo y previsible simbolismo en la planta asiática que da título al film. Mientras puntos de vista contratados en personajes claves nos presentan una pugna ideológica entre inmigrantes progresistas y conformistas, la idea del florecimiento y el crecimiento personal en un territorio ajeno, proyecta la vida del inmigrante, trasladando a las acciones humanas la sabiduría natural el ‘minari’. Bajo la idea del progreso colectivo con un fin en común, la meta a alcanzar mostrará a enjundiosos y laboriosos seres capaces de adaptarse a una realidad tan ardua como desconocida. Prefigura una mirada poética, adueñándose de momentos emotivos francamente poderosos. No obstante, pecando de cierto didactismo, acaso las semillas coreanas sembradas en suelo americano auguren una buena cosecha. Mayor corrección, imposible.

«Los Cazafantasmas: Más Allá» (2021, Jason Reitman)
Puntaje: 7
Repleta de referencias a la franquicia de “Los Cazafantasmas”, emblema de culto del cine mainstream norteamericano de los años ’80. Retoma el film el legado de un universo audiovisual, en manos de Jason Reitman (“Juno”, “Amor en las Alturas”), hijo de Ivan, director que se colocara detrás de cámaras para las primeras dos incursiones en la gran pantalla, en 1984 y 1989, respectivamente. En el pasado reciente en boga gracias al capítulo que le dedicara la docuserie de Netflix “Las Películas que nos Formaron” (2020), conformando un canon que excede al despropósito sacrílego del film estrenado en 2016. Conformándose como un explícito homenaje al fallecido guionista Harold Ramis, eleva a la enésima potencia el factor nostalgia como un acto de amor hacia el artesanal cine que abría las puertas a la era posmoderna ochentosa (“Gremlins”, “Cuenta Conmigo”, “E.T.”), al tiempo que no escatima de frescura para consumar el último artefacto revival de un Hollywood que bien sabe como recurrir a la memoria emotiva de antañas glorias del celuloide.
Prefiriendo el entorno rural al ámbito urbano que escenificara al film original, amplifica narrativamente la película original, en equilibradas dosis de acción, misterio sobrenatural y comedia que mixturan este reboot encubierto en forma de secuela. Un cast diverso (Finn Wolfhard, Carrie Coon, Mckenna Grace, Sigourney Weaver, Paul Rudd, Celeste O’Connor, Logan Kim, Annie Potts, Bill Murray, Dan Aykroyd,) da vida a una plétora de personajes, incluyendo antológicos cameos. Ingenio emotivo mediante, la música incidental recupera el espíritu de la banda sonora de Elmer Bernstein, conformando un viaje en el tiempo que se apoya en un uso de colores saturados a tono con la propuesta estética, rindiendo homenaje al elemento tradicional que recrea la atmósfera preponderante en la versión original. Sintonía total para fans incondicionales que percibirán el estreno como un noble, genuino y sincero regalo navideño. Corazón y melancolía sin malas intenciones, se conforman como valores insustituibles de una película con cuerpo y alma, capaz de abrazar su pasado y construir un arco transformador que llega a darle propia entidad.

«La Plata Contada» (2021, Sebastián Díaz)
Puntaje: 8
En el año 2011, el realizador Sebastián Diaz comienza a registrar con su cámara el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Su gran motivación se concibe como un ejercicio de arqueología humana que pretende reservar. Un interés histórico y visual que desemboca en la creación del documental «El Cuadrado Roto». Cuantioso material entonces registrado forma parte de este preciso ejercicio documental, acometido con un concepto estético visual de absoluto elogio. «La Plata Contada» aborda la historia política, urbanística y masónica de la ciudad de La Plata. Su enfoque documental persigue responder interrogantes esenciales: ¿porqué se funda? ¿cuál era su emplazamiento? ¿quiénes fueron los actores principales de su creación? La mirada retrospectiva también nos adentra en las rencillas existentes entre los círculos del poder y la disputa económica que surgiera tras el desarrollo de una obra monumental, construida en un breve lapso de tiempo. Por allí anidaba el sueño de Dardo Rocha, en construir una gran megalópolis con un puerto que eclipsara al de la mismísima ciudad de Buenos Aires. La emergente ciudad deslumbró con su arquitectura magnificente, un hito del urbanismo nacional. La historia acerca de su nacimiento no podría contarse dejando de lado las huellas masónicas, evidentes en la simbología presente en el plano original de la ciudad y en algunas construcciones emblemáticas. Aparece allí la figura de Pedro Benoit, quien tuviera a cargo el diseño espacial. Escuadra y compás entre diagonales como elementos presentes para la consumación de un tramado arquitectónico superior, inseparable del derrotero de las logias que abundaban en nuestro país. Parte del mito de la urbe que guarda relación con una crónica maldita de fundación, auge y caída.
El documentalista indaga y problematiza. Su exploración recurre a material de archivo fotográfico, constituyendo un valioso testamento audiovisual. Por su parte, investigadores platenses cuentan acerca de los pormenores de la fundación; cuánto de leyenda, cuánto de verdad teje el pulso de la historia, desde aquel 1882 al presente. Desestima el autor la mirada conflictiva, polémica e incomprobable de algunas publicaciones literarias amparadas en el mito, prefiriendo probar con documentación una fundación que pareciera guardar el enésimo misterio bajo su auténtica forma. Una hipótesis que no acaba por comprobarse en su totalidad: claves de un origen oculto y fenómeno atractivo de dilucidar. En otro orden, el director de «La muralla criolla» (2017) y «4 Lonkos» (2019) denuncia la degradación urbana en la vida moderna y la desidia que atañe al propio platense, descuidando su propio espacio. ¿Qué imagen nos devuelve el presente de la ciudad? ¿Cuál es su verdadera identidad? ¿Qué pervive de aquel precursor modelo hoy? Bajo tal óptica, pretende recuperar el espíritu de aquellos fundadores que basaron su concepto en las ideas del sanitarismo. «La Plata Contada» ratifica su valía como un documental de imprescindible visionado.

«Chernobyl» (2020, Danila Koskovskiy)
Puntaje: 3
Insípido aporte cinematográfico que busca recrear las hazañas de un heroico bombero ruso, durante la trágica explosión en Chernobyl. Quien mejor que la propia industria rusa para contar su verdad acerca de los funestos hechos que tuvieran al mundo en vilo, ocurridos en abril de 1986. Puede concebirse la presente película como un acto contestatario a la exitosa serie protagonizada por Jared Harris, Stellan Skarsgaard y Emily Watson, aclamado producto de HBO, estrenado en 2019. Si la serie, con denodado compromiso social y un cabal entendimiento del entramado político, pretendía colocar en contexto el daño ecológico sin precedentes causado por la central nuclear, buscando visibilizar a los responsables del desastre, aquel factor brilla por su ausencia en un largometraje ingenuo, solapado y por demás insuficiente a la hora de responder interrogantes acerca de los auténticos responsables del desastre. Tomando mínimas consideraciones ideológicas acerca de la situación política que atravesaba la, por entonces, Unión Soviética, la realizadora Danila Koskovskiy se ocupa, mediante el empleo de una solvente técnica visual, en colocar el punto de interés sobre la lucha en contra de las adversidades que suele convertirse en el núcleo central de todo cine de catástrofe que se precie de tal. Podemos revisar la profusa producción del subgénero, desde su eclosión a mediados de los años ’70, con películas hollywoodenses como «El Coloso en Llamas» o «Poseidón». Mediante un diseño conceptual que no escapa al cliché y recurriendo a escenas de impacto que no traducen caudal emotivo alguno, existe en «Chernobyl» un nulo interés por revisar el pasado. Por el contrario, la subtrama romántica que, incomprensiblemente, se dimensiona ante nuestra incredulidad, desperdicia enorme cantidad de metraje y se convierte en un lastre narrativo que dilapida el considerable potencial del film.

«Riesgo Bajo Cero» (2021, Jonathan Hensleigh)
Puntaje: 4
Exiguo factor de riesgo y típica película de Liam Neeson, de cara a su próximo rescate imposible bajo la forma de una odisea glaciar. Viaje a contrarreloj de un hombre ordinario, quien se verá expuesto a vicisitudes extraordinarias. Supera el presente film lo ofrecido por el inoxidable actor irlandés en la reciente “La Frontera”, quien continúa calzándose las ropas de héroe moderno de valores insobornables. En la presente ocasión, lo hace explorando territorios nevados similares a su anterior «Cold Pursuit», adaptación de Hans Petter Moland, sobre su propia película de 2014, «In Order of Disappearance». Autor de epítomes de la narrativa de aventura, intriga y catástrofe más reconocible de la década del ’90 («Con Air», «Armageddon»), Jonathan Hensleigh abunda en su nueva propuesta al clima claustrofóbico, el vértigo incesante y el frío polar de indiscutible factor, para conformar las bases conceptuales de este ejemplar sinónimo de blockbuster y reciclaje de anteriores incursiones del género de acción comercial más convencional. El director de «The Punisher» (su ópera prima, en 2004) nos trae la remanida historia que recupera el modelo calcado del hombre fuerte, implacable e indestructible que se sobrepone a las más crudas adversidades. Basada en «El Salario del Miedo» (1953, Henri Georges Cluzot), su peso específico gira en torno al carismático Neeson, dueño de un subgénero cinematográfico por sí mismo. El plot twist que sobrevendrá cumplirá con la regla implícita del género. Utilizando la tecnología CGI, con resultado dispar que resiente la verosimilitud del film, «Riesgo Bajo Cero» ofrece entretenimiento a raudales, prescindiendo de toda lógica argumental. El hielo se agrieta bajo nuestros pies. La posteridad cinematográfica jamás fue parte de la misión para el enjundioso hombre de acción.
Categorías:Rincón Cinéfilo
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