
Joe Goldberg (Penn Badgley) posee suficiente carisma como para convertirse en el asesino favorito para maratones de series de TV. Un solitario neoyorquino, voraz lector de clásicos referentes de la literatura contemporánea. Un as bajo la manga que el escurridizo Joe utilizará como arma de seducción. Tan obsesivo y brillante, tomará partido de sus conocimientos tecnológicos para conocer el pasado amoroso de sus conquistas en la red. Acosador en las sombras en tiempos de hiperconectividad, conocerá los detalles más íntimos de su próximo target romántico. Aunque, en realidad, la estrategia silenciosa de Joe oculta otras intenciones. “You”, basada en la novela “Hidden Bodies”, de, nos presenta un serial killer hecho a la medida de Ted Bundy. Existe algo misteriosamente atractivo en el perfil psicológico que se traza sobre un ser ambiguo y torturado, incapaz de escapar de su pasado. También algo monstruosamente bello: ese imán que despiertan este tipo de mentes absolutamente perversas. Joe, sin embargo, no está solo. A partir de la segunda temporada, deberá compartir el raid criminal junto a su compañera sentimental. La igualdad de género sella su pacto de sangre.
“You”, producida por los creadores de “Riverdale” posee la virtud de encontrar un modo creativo de relatar el día a día de un perturbado sociópata, haciéndolo de un modo amigable. Humaniza al asesino hasta corroerlo por la culpa: llegamos a empatizar con sus oscuras inclinaciones. La serie recurre a un guiño de paladar literario como es el monólogo interior. Joe nos confiere sus pensamientos más profundos. Cavila y le comparte al espectador sus planes, sus dilemas, sus laberintos mentales. Utilizando un humor inteligente y jamás pecando de solemne, consigue adeptos para lucir modernamente aterradora. Si bien repite el tono narrativo a lo largo de tres temporadas, no se preocupa por innovar. Disimula la liviandad de ciertas mentiras y coartadas un tanto inverosímiles, mediante una intrigante exploración de los traumas familiares y los vínculos tóxicos que fomentamos. Adictiva y entretenida, los continuos giros argumentales la vuelven frenética. Este retorcido acechador es un criminal que se debate entre la reinvención sanadora y la tentación de hacer realidad sus más abyectos instintos.
Categorías:La Pantalla Seriada
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