CLÁSICO…: «Freaks». Por Daniel Cozzolino

PelÍcula: “Freaks” (Estados Unidos, 1932)

Dirección: Tod Browning

La historia no podría ser más simple: En un circo de la Estados Unidos de la década del ´30, Hans cobra una fructífera herencia, lo que atrae la mirada e interés de Cleopatra, una hermosa trapecista. Cleopatra enamorará a Hans y tratará de sacarlo del medio con complicidad de Hércules, el hombre forzudo del circo. Será con la ayuda de su antigua novia y sus amigos del circo que Hans se salve de la muerte. El detalle es que tanto Hans como su novia y sus amigos son parte de la atracción de fenómenos del circo, un grupo de personas nacidos con malformaciones, enfermedades y problemas estéticos.

Dentro de esta simplicidad es que el director Tod Browning plantea un relato único por su estética, un horror que perdura en la retina una vez terminada la proyección. Browning siempre estuvo ligado al circo desde que de adolescente huyó de su casa para unirse a un grupo de actores, donde actuaria como cadaver viviente.

La base de “Freaks” es el relato de Tod Robbins llamado “Spurs”. La hermosa fotografía y puesta en escena esta armada y orientada a la exaltación de estos Freaks y, de esa forma, la construcción de sus personalidades y la familia que han creado dentro del circo. Si tocan a uno, tocan a todos. Hermanos en la desgracia. La decisión de Browning de utilizar fenómenos reales es totalmente acertada con los ojos actuales; en su momento fue un rodaje de lo más conflictivo: Los montajistas de la pelicula declararian que no podian dormir por las pesadillas, al compartir el set con los freaks y luego tener que editar sus escenas. Llegaron a realizar dos espacios separados para los momentos entre escenas, a fin de que los actores se cruzacen con los fenomenos lo menos posible. Atravesados por los cánones de belleza, los estigmas de la mirada del otro, por ser un engranaje adecuado en un sistema descarnado que prioriza las cualidades más banales.

Una pelicula así jamás podría pasar desapercibida; tuvo que ser reeditada para eliminar algunas escenas. Termino siendo prohibida en USA, lo que no llamó la atención de nadie en un pais que sólo valora la belleza. La histeria por “Freaks” llegó a puntos excesivos: la gente salía ofendida de la sala o algunos, incluso, vomitaban; en las puertas de los cines se colocaban carteles advirtiendo que las mujeres embarazadas no deberían ver la película después de que una mujer acusara que sufrió un aborto espontáneo mientras la veía. El horror no se limitó al relato cinematográfico: demostró la verdadera cara de la sociedad y su discriminación más profunda. Se les mostró de primera mano la fealdad del bello y la nobleza del feo y no pudieron soportarlo.

Se necesitaron 30 años para que la version completa de “Freaks” pueda ser proyectada en un festival de Cannes, donde fue aclamada y el público la amó. Este revés de opiniones no llamó nunca la atención: No solo hubo una evolución de la sociedad, sino que la humanidad entera ya había pasado por los horrores de Auschwitz y ya se habían conocido los hongos nucleares que destruyeron Nagasaki e Hiroshima. “Freaks”, con sus adorables deformes, se volvió pequeña frente a estos horrores. Habíamos entendido que la fealdad no esta en el cuerpo o en una enfermedad.

Estructuralmente, “Freaks” se diferencia de sus contemporáneas no solo por lo antes mencionado, sino por la decisión de comenzar su relato por el final: Un presentador del circo narra a una audiencia el origen del fenómeno que les presentará a continuación, y es entonces cuando la historia comienza a través de un flashback que ocupa el 95% de la película.

El final es una obra maestra del karma en una secuencia casi surrealista desde el montaje y la fotografía: Hans lleva adelante su venganza junto a sus compañeros (Microcefalos, enanos acondroplásicos, el conocido Johnny Eck “el rey de los freaks” y “el principe” Randian, un hombre nacido sin brazos ni piernas), asesinando a Hércules (la leyenda urbana de la filmación jura que en esta escena había una castración) y desfiguran a la trapecista para convertirla en un fenomeno como ellos, de quienes tanto se habia burlado. La rueda del karma llega a su fin y el espectador queda sin palabras al ver a la otrora trapecista hermosa convertida en la mujer gallina.

Como se mencionó, “Freaks” tuvo que superar un camino de años y prejuicios para lograr ver la luz de los proyectores y el reconocimiento del público. Tod Browning, dos años después de haber filmado “Dracula” con Bela Lugosi, enterraba su carrera con su película más personal.

Como siempre, la crítica y la censura habló más de los censores y de la sociedad de esa época que de la película en sí.



Categorías:Clásico y Moderno

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