POESÍAS AL MARGEN – “El testigo se desnuda”. Por Luis Alberto Ambroggio


¿Para qué escribo? Para crucificarme y resucitar luego como tierra húmeda e inocente. Para ser el último y el primero. Para detener de una vez el río en la mano y beber agua. Para que quienes beban las gotas sepan que hay río. Porque los colmillos hacen ruido de frío, piedra y furia Y porque las sombras de mis días y noches pierden todos los jeroglíficos. Para que me entiendan y no me entiendan los que pasean en las calles con sombreros de todo tipo. Para que quienes entiendan me inventen sin dolores de espalda. Escribo para sembrar cenizas de colores en la soledad vasta y el gran silencio. Y porque sin besar, beso, y sin morir, muero. Y me escapo con las manos llenas de insomnios indignos Para transformar las noches en una luz feliz y el día en dos sueños rojos. Escribo para repetirme hasta el olvido y recordarlo en cada verso Y porque así el principio y el fin se tornan inagotables.



Categorías:Poesías al Margen

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