
Olvidar el sabor de tus labios es pedirle azúcar al mar cuando las
mareas se han secado. Ayer las fotografías se extasiaron con colores
de momentos; hoy los símbolos se diluyen en corrientes de abandono.
Permanezco entre el beso y este mundo —como desfile de pañuelos en
la galería de algún llanto—; centímetros que se acumulan entre tu ombligo
y mis ojos, kilómetros que se interponen entre tus manos y mi piel.
Rescato del desvelo el gemido de la luna. Extraigo de la noche la materia
del poema; y cual obscurecidos barcos en resacas de papel, discuto un
aforismo en el desierto de los astros.
Olvidar el sabor de tus labios, algún día; recordar la conquista
de tus besos, hoy, mañana y siempre.
Categorías:Poesías al Margen
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