
UN INTELECTO VORAZ
Escrita por John O’Connell y de reciente publicación, “El club de lectura de David Bowie”, formula una recopilación de los 100 libros favoritos de Bowie (1948-2016), la cual surgió a raíz de una exposición en 2013 en el Museo Victoria & Albert de Londres.
¿Qué será aquello que nos atrae acerca de los rankings? De cualquier tipo de consumo cultural, prefigurar una lista de elegidos se adivina tentadora. Todo aquello meritorio de descubrir en esta vida. Impostergable. Como lo es el juicio de valor que ordena de uno a cien, desechando posibilidades que cuenta en miles. Acaso, el guiño emotivo que realiza el autor en el prólogo del libro nos toca el corazón: trazando paralelos con la lista elaborada de David Bowie (las cien lecturas recomendadas que conforman la presente edición) rescata del olvido la inacabada lista centenaria (suspendida en el número 74) que nuestro amado Jorge Luis Borges dejara inconclusa al morir.
Podemos mirar de cerca la increíble permanencia de David Bowie en la música, el arte y la cultura del siglo XX, y jamás dejar de maravillarnos. Este músico y compositor británico, precursor de la figura de rock andrógina y creador del mítico “Ziggy Stardust”, posee una carrera artística sumamente versátil, y no nos resulta difícil imaginar las influencias que la literatura ha tenido a la hora de abordar el lenguaje musical. Como un espejo en donde reconocerse. Como un mapa de inquietudes que prefiguren su ADN cultural. Paradójicamente, como una forma de encontrar su esencia, aunque para ello fuera necesario alejarse de sí mismo lo más posible.
Ávido lector, acaso su espíritu inquieto e incandescente llama creativa lo animó a transitar la fotografía, la pintura y los mundos de celuloide, protagonizando recordadas películas: “El Ansia” (1983), “Laberinto” (1986) y “The Prestige” (2006). Tamizando a través de su propia mirada tales influencias, Bowie creó un universo musical trascendental, cumpliendo este centenar de libros elegidos un rol fundamental. Imbuido por la cultura beatnik y el mod británico, El Duque apropió tales conceptos estéticos a su método de composición musical. Abriéndose como muñecas rusas, cajas chinas o secuencia de libro de mutaciones milenario, unos textos trascendentales dialogan con otros estableciendo infinitos nexos, guiños y reflejos. Autores y personajes deslizándose por el curso de la historia, mitos y leyendas, más o menos comprobables. De la realidad a la ficción en un solo paso la sideral cosmovisión de Bowie escribe su página más ilustre para cobrar vida ante nosotros cual precioso prisma.
Pionero del glam rock y afecto a imaginar relatos conceptuales de ciencia ficción, podemos intuir a un joven y delgado Capitán Tom zambulléndose en los mundos distópicos ideados por Ray Bradbury, Philip K. Dick o George Orwell. Seducido por relatos de magia y ocultismo. Subyugado por textos referentes al Rosacrucismo y el budismo. Extasiado por la biografía de Little Richard (el ‘héroe’ también tenía los suyos, Bowie admiraba a los pioneros del rock, del blues y del soul) o fanatizado hasta el paroxismo con la Revolución Rusa (acometió en tiempo récord un ejemplar enciclopédico de dos mil páginas). De los procesos creativos aleatorios de John Cage a las estrategias oblicuas de Brian Eno. De la improvisación fortuita del cut-up a la apropiación musical del vorticismo. La psicodelia experimental y los nuevos métodos aplicados por la psicología moderna también conforman su inclasificable paladar intelectual.
Nacido de un fértil territorio creativo en la siempre ferviente Brixton, la imaginación sin parangón de Bowie se nutre del Surrealismo, del Pop-Art y del Barroco. Fascinados por el know how literario de este incombustible creador musical, comprendemos que su voracidad intelectual sabe bien como capturar, sintetizar y amalgamar el espíritu de un tiempo artístico que lo tuvo como exclusivo protagonista. Sofisticado y carismático, destruyendo convenciones genéricas y transformando la esencia de su música, David Robert Jones se hizo dueño de una obra poderosa y variada. Su maravilloso club de lectura recientemente editado, nos anima a explorar sus horas de íntima y solitaria lectura a bordo de su biblioteca móvil, revelando un ínfimo centenar las inquietudes culturales de uno de los artistas favoritos del siglo XX.
Categorías:La Biblioteca de Babel
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