Kirchner había nacido en la ciudad alemana de Aschaffenburg un 6 de mayo de 1880. En el año 1905, junto a los artistas Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff y Fritz Bleyl, funda el grupo Die Brucke (El Puente). Durante los meses de setiembre y octubre del año 1906 se realizó la primera exposición al público del grupo en Dresde, básicamente se trató de desnudos femeninos. Su primera exposición individual la llevó a cabo en el museo Folkwang.  Si bien la duración de esta reunión fue muy breve, se disolvieron en el año 1913, dejaron profundas huellas en la evolución del arte moderno del siglo XX.

En el año 1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, se ofrece como voluntario, pero esta aventura duró muy poco, ya que uno de los instructores le diagnosticó un colapso mental. En el año 1916 vuelve a exponer, esta vez en la galería de Ludwig Schames, en Frankfurt, donde se cuenta que vendió varias de sus obras, proporcionándole esto un mejor pasar financiero.  En diciembre de ese mismo año sufre una profunda crisis nerviosa que lo lleva a ser internado temporariamente en un hospital.

Otra importante exhibición de obras del artista se produce en Berlín en el año 1921, recibiendo buena aceptación del público y criticas favorables de la prensa.

A partir de los años 30 el pintor comenzó a tener serios problemas por su adicción al tabaco. Entre  los años 1936 y 1937, a consecuencias del  deterioro en su salud comenzó una serie de tratamientos con remedios a base de opio. En ese entonces la situación de Alemania era sumamente preocupante para el artista. Parte de sus obras fueron sacadas de los museos y exhibidas en la que se llamó Exposición de Arte Degenerado, que fuera organizada por el partido Nazi.

Kirchner sufría serios ataques de depresión por la situación política reinante. Su inestabilidad anímica era cada vez más preocupante. Su temor a que Alemania invadiera Suiza lo tenía atormentado. La vida en Davos era cada vez más incierta. El poder y los delirios del nazismo llevaron a confiscar y destruir seiscientas de sus pinturas por considerarlas inmorales.

Ernst Ludwig Kirchner no soportó más esta excomunión cultural y se suicida frente a su casa, un 15 de junio de 1938, a la edad de 58 años.

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