COLUMNA LITERARIA: “Cuentos para leer ayer”, de Lucas Bruno. Por JESICA SABRINA CANTO

Dialogar con el cuento

Toda obra literaria narrativa tiene, o debería tener, dos partes, una superficial y otra oculta. Me refiero a la metáfora del iceberg de la que hablaba Hemingway. Sin embargo, esto puede aparecer en los libros con diferente intensidad, dependiendo de la intención de su autor. “Cuentos para leer ayer”, de Lucas Bruno, presenta diferentes relatos en los que la intensidad de la parte oculta se presenta en su máxima potencia. Todos ellos llevan a la reflexión, son historias simples que resultan metáforas de cuestiones relevantes de la vida humana.

Sinopsis del libro: En un tiempo de nuevas urgencias existenciales, la humanidad más herida de soledad entre las masas, se aferra a otra creación: la tecnológica, ese placebo. Y es en este orbe impaciente, lleno de prisa estéril, donde se bendice el retorno del libro, de las palabras, con su belleza invencible. Transitar “Cuentos para leer Ayer” es parecido a hacerlo sobre un campo en barbecho, tierra pura que convoca juntamente desde el candor hasta la introspección más honda. Hay en estos relatos de Lucas Bruno protagonistas humanos, muy humanos, pero dotados al mismo tiempo de otra luz, en esa concepción arcana del hombre de sentir que es Fauno y es Pegaso, o Centauro, simplemente. Delicioso lirismo y sencillez hablan juntos en estos párrafos que remiten a lo cotidiano desde la sima profunda de un espíritu nuevo, que nos devuelve al llamado de lo trascendente, de lo eterno.

Entrevista con el autor:

-Contanos un poco de tu relación con la literatura.
Empecé a leer a los doce o trece años, gracias a mi primera profesora de lengua y literatura, Beatriz (a quien le dediqué uno de los cuentos que más me gusta: “Vidrio, espejo”). Empecé a escribir a esa misma edad y, a los dieciocho aproximadamente, dejé de escribir hasta los veintiséis o veintisiete. El género que más me gusta es el cuento, y dentro de ellos los realistas con finales fantásticos.

-¿Cómo surgió la idea de estas historias y sus personajes?
Las ideas de los cuentos tienen su génesis en diversas situaciones de la vida, algunos son anécdotas reales un poco transformadas, otras son un mero producto de mi imaginación. Muchas parten de sucesos propios o ajenos, los condimentos vienen de la imaginación, del desafío de ponerlas en un contexto nuevo. La gran mayoría de los personajes son inventados de un modo tan real, a veces, que parece que en algún momento estuvieron junto a nosotros. Es una pena, porque algunos son muy divertidos, y hubiera sido valioso charlar con ellos.

-Algunos cuentos están narrados en primera persona y otros en tercera, ¿Cómo elegís que narrador necesita cada historia?
Creo que cada historia pide un narrador distinto, por su energía interna. Leer un suceso fuerte o impactante desde la primera persona lo hace más vivo, más real, más apelativo. Hace que uno quisiera ser el protagonista de la historia. Otros, en cambio son mucho mejor leerlos como algo que sucedió, y esos van en tercera. Algunos cuentos empezaron en primera persona y se cambiaron a tercera (y viceversa) porque el mismo relato lo muestra, lo pide.

-Hay una carga de densidad fuerte en el libro, donde cada historia dice más que lo que cuenta, como si fueran metáforas de aspectos de la vida. ¿Este fue un trabajo consciente de búsqueda de esa doble lectura?
Sí, ciertamente. Es vital la pregunta y la respuesta. O al menos a mí me sucede con los autores que me gustan. Disfruto dialogar con el cuento, con su trasfondo, con sus interrogantes ocultos en los detalles.

-¿Cómo explicarías el título del libro?
El título del libro responde de dos maneras: directa e indirectamente. Directamente porque es un libro que en mi cabeza había nacido a mis dieciséis años y siempre me visualicé con mi primer libro de cuentos, sea cual fuere el momento de mi vida. Cuando lo concreté muchos años después, fiel a mi sueño, sosteniéndolo en papel impreso en mis manos, dije en voz alta: estos cuentos los debería haber escrito ayer. Es un círculo temporal gracioso.

-En algún punto podría decirse que el libro plantea una crítica a la sociedad actual o, al menos, muestra sus falencias ¿consideras que es así, fue parte de tu intención?
¡Sin sombra de dudas! No es aleatoria la disposición del primer relato.

Agradezco a Lucas Bruno por responder a mis preguntas.

Datos del libro: “Cuentos para leer ayer”, de Lucas Bruno (Argentina, 2020, Edición independiente, Género: Cuentos, Págs. 124).



Categorías:Reseñas de Lápiz y Papel

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