
Estar vivos puede ser devastador
Los trastornos mentales y los conflictos psíquicos aun carecen de una comprensión total por parte de la ciencia. Y el imaginario social respecto a ellos suele ser errado. Recién en la actualidad empiezan a aparecer algunas películas que muestran estas situaciones de vida tal como realmente son, sin embargo, ficciones exageradas y hasta que tratan el tema como parodia, acrecentaron esa concepción irreal.
La literatura también ha abordado y aborda estos temas. Hay libros que nos plantean estas situaciones de vida desde los personajes que las padecen, permitiéndonos un mayor acercamiento, mayor comprensión y empatía. “Samantha y otros relatos”, de Amalia Flores, es uno de ellos, un conjunto de relatos que muestran diferentes situaciones de personas que sufren psicológicamente. Su construcción narrativa es exquisita, cada texto genera la imperiosa necesidad de saber cómo termina la historia una vez empezada a leer.
Sinopsis:
Desde la cama de un hospital psiquiátrico una mujer se rebela contra la evidencia avasalladora de sus macabros asesinatos, mientras otra se desprecia hasta el punto de decidir acabar con su propia vida. Un tetrapléjico enamorado ve partir a la única persona que pudo haberlo amado sin poder hacer absolutamente nada para impedirlo y un viejo invoca a la muerte que parece haberlo olvidado… gente rota, incomprendida, luchando por encarar una realidad cruel, el solo hecho de estar vivos puede ser devastador. Una mirada intimista y romántica a los escollos de la mente humana. Como un grito visceral de la autora, “Samantha y otros relatos” es un testimonio de nuestros propios sentimientos reprimidos, es un baile con la muerte y un canto a la vida y al amor.
Entrevista con la autora:
-¿Cómo fue tu primer acercamiento con la literatura?
Desde que descubrí el universo sorprendente de las letras y los libros, amo leer. Puedo recordar nítidamente mis primeras impresiones mientras aprendía a leer y la sensación maravillosa de querer descubrir todo ese mundo mágico que se escondía entre las páginas de un libro. Mi madre solía comprarme libros de historias fascinantes que despertaban mi imaginación y me hacían viajar en busca de realidades más amenas que la que me tocaba vivir. Aunque me apasionaba leer todo lo que cayera en mis manos, con el tiempo fui dándome cuenta que, tal vez por mi carácter impaciente y ávido de nuevos retos, prefiero los relatos cortos de tema psicológico y las lecturas enfocadas a los sentimientos y conflictos de la gente. Pero, a pesar de que desde muy pequeña solía recrear historias en mi mente, que literalmente me hacían vivir en un mundo de fantasías, no fue hasta bastante adulta que comencé a escribir, quizás en forma de desahogo a mi difícil situación personal.
-¿En qué te inspiraste para escribir los relatos de este libro?
Mi propia vida ha sido una fuente inagotable de inspiración. La mayoría de las historias de este libro recrean emociones con las que tuve que lidiar en algún momento o eventos desafortunados que les sucedieron a personas cercanas a mí.
-El primer relato (y en menor medida en los siguientes) está construido de párrafos largos de concatenación de ideas generando aumento de la tensión ¿por qué la elección de este modo de narrar?
El primer relato, “Samantha”, tiene un significado especial para mí. Fue lo primero que escribí. Nunca antes había llevado al papel ninguna historia, de las tantas que se agolpaban en mi cabeza. Samantha vivía en mi mente hacía muchos años. Tenía vida propia. Era una versión de mí en una realidad alternativa. Sabía cómo se sentía, por qué había actuado así y todos los acontecimientos que la llevaron a ese último acto desesperado de hallar la paz. Sin embargo, por años no tuve idea de cómo escribirla. Pasó por intentos de ser novela y obra de teatro, pero sin formación alguna en este mundo de la literatura, cada uno de esos esfuerzos terminó truncado luego de las primeras páginas. Hasta que en una ocasión tuve la oportunidad de leer un libro de relatos que resultó ser un descubrimiento fascinante. “Yo puedo escribir así”, pensé. Y a partir de ese momento Samantha tomó en mi mente forma, una forma asfixiante y desesperada como ella misma. La gesté el tiempo suficiente hasta que me salió de adentro como un grito, cuando me senté a escribir lo hice de un tirón, sin parar hasta el final. Estuvo muchos años rodando por los cajones, con miedo a enseñárselo a alguien. Ahora me alegro de haberlo hecho.
-Todos los relatos tocan un tema fuerte, pero están narrados con naturalidad y tranquilidad, lo que configura un juego de oposición, haciendo que el impacto en el lector al descubrir de que trata, sea mayor ¿Cuál fue tu búsqueda en relación a ello? ¿Fue premeditado para conseguir un determinado impacto en el lector?
Me gustaría mucho poder decir que luego de una ardua búsqueda para encontrar un enfoque que causara un fuerte impacto psicológico en el lector, escogí un estilo con el cual lograr determinado efecto… pero nada más alejado de la realidad. Sería más acertado decir que el estilo me escogió a mí. Yo solo escribo lo que pienso y siento, exactamente como se forja en mi mente. Luego por supuesto hay que pulir el texto y editarlo, pero llega al mundo con vida propia.
-En internet (Goodreads) el libro figura con el subtítulo “Doce cuentos sobre gente rota” ¿Por qué ese subtitulo esta en internet, pero no en el libro? ¿En algún momento consideraste que ese fuera el título de libro en lugar de “Samantha y otros relatos”?
En realidad, me costó mucho escoger un título. El primero fue “Por amor y otras locuras”, luego “Doce cuentos sobre gente rota” y terminó siendo “Samantha y otros relatos”, tal vez como un pequeño homenaje a ese primer cuento que me introdujo al mundo de la escritura.
-Los géneros en los que se construyen las historias pasan del realismo al realismo mágico ¿Cuál es el motivo de esa transición?
Escribí estos relatos en el transcurso de varios años. Como en la vida, que el tiempo va moldeando los pensamientos y actitudes, la forma de escribir va cambiando con los años. Y como sucedió en el momento que descubrí, por primera vez, que mis historias sólo podían ser concebidas como relatos, en algún momento conocí el realismo mágico y entonces nacieron esos cuentos con dimensión mística.
-Todos los relatos abordan la cuestión psicológica y los trastornos mentales ¿Tenés formación al respecto o cómo fue la investigación que tuviste que hacer para abordar estos cuadros clínicos?
La verdad es que no cuento con formación alguna y no hice ninguna investigación enfocada al objetivo de escribir el libro. Los trastornos mentales y las diferentes formas de manifestarse la psiquis humana han ejercido siempre una profunda atracción en mí. Desde pequeña he sentido curiosidad por saber cómo piensa la gente y por qué actúa como lo hace. Por supuesto, me atraen las películas que abordan ese tema y toda la literatura que explora la mente y sus misterios. Suelo ser como una esponja para asimilar todo lo que me rodea, así que podría decir que la inspiración vino de absorber la savia de la vida cotidiana.
-“Samantha y otros relatos” tiene una gran profundidad ¿Creés que es suficiente leerlo una sola vez para comprenderlo en su totalidad?
Para comprender a “Samantha y otros relatos” enteramente, sería necesario leer también mi novela autobiográfica “Cenizas”, publicada poco tiempo después de éste. Aunque lo clasifico como novela, está compuesto por relatos cortos en los que rememoro gran parte de mi infancia y mi juventud. A diferencia del primero, lo expuesto aquí es real en su totalidad y explica de cierta manera, el origen del dolor que se trasluce en los relatos de “Samantha”.
-¿Seguís trabajando en la escritura de relatos o pensaste en tomar otra dirección?
Tengo escritos varios relatos que no incluí en Samantha y pudieran conformar mi próximo libro, “El monstruo que vive en mí”. Sin embargo, a lo que estoy dedicada ahora es a comenzar un proyecto de blog, en el que pretendo tratar temas de autoayuda, motivación y superación personal. Este tema me apasiona y aunque no tengo formación profesional suelo decir, en forma de broma, a mis amigos que estoy capacitada porque he hecho un postgrado en avatares de la vida. Ayudar a otros a reencontrase, a superar sus propios miedos y conflictos, a hallar paz y felicidad es algo que disfruto y le ha aportado sentido a mi vida.
Agradezco a Amalia Flores por responder a mis preguntas.
Datos del libro: “Samantha y otros relatos”, de Amalia Flores (Cuba, 2019, Edición independiente, Género: Relatos realistas y realismo mágico, Págs. 84).
Categorías:Reseñas de Lápiz y Papel
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