
Dorothea Tanning (1910-2012)
Técnica: Óleo sobre lienzo”
Medidas: 153 x 107 cm.
Saber que Dorothea Tanning vivió en pareja con Marx Ernst (1891-1976) durante 3 décadas, determina al menos una comunión artística entre ambos artistas. Esto no lo digo para abrir ningún tipo de juicio de valoración, simplemente porque no puedo dejar de imaginar el enriquecedor intercambio de experiencias y sus recíprocas influencias.
Dorothea Tanning fue una artista plástica y escritora nacida en los Estados Unidos en el año 1910. Prácticamente sus vínculos con el surrealismo se profundizaron entre las décadas del 40 y 50. Quizás su obra maestra dentro de la pintura sea “Pequeña serenata nocturna” firmada en el año 1943, pero hoy les voy a escribir unas líneas sobre otra de sus grandes obras, “La habitación del amigo”, firmada entre los años 1950 y 1952, tal vez hacia los finales de su integración al surrealismo. Las telas de las pintoras dedicadas al surrealismo no han sido tratadas de la misma forma que la de sus pares masculinos. Seguramente sus claves dentro de este tipo de tendencia artística han sido una incógnita para la mayoría del público y de la prensa especializada.
Significa lo mismo el desnudo humano para los ojos femeninos que para los masculinos? Que connotaciones le atribuye Dorothea a sus espejos duplicando figuras insondables y misteriosas? Es la niña abrazando una muñeca en la cama la visión de la pintora ante la incomprensión de su entorno? Qué viento mueve esas cortinas en un ambiente de luz irreal? Y ese enano con botas de vaquero con su cabeza oculta bajo un raro sombrero? Para quién son esas copas servidas sobre la mesa? Un piso lleno de basura y una puerta que otorga una esperanza de salida a la niña desnuda?
Muchas de las pinturas, sobre todo las de sus primeros años como artista plástica, se basaron en la sexualidad adolescente y en los recurrentes sueños de la infancia.
En esta pintura que hoy observamos las dudas y los misterios cubren la totalidad de la superficie, tanto por las imágenes como por su paleta baja y plagada de luces mortecinas.
En años venideros Dorothea Tanning, como suele suceder, tomó otros caminos. Sus pinturas siguen dejándonos más dudas que certezas, menos revelaciones que incógnitas. Aún queda mucho trayecto para poder acercarse a la obra de esta intrigante artista. Sus retos ópticos siguen más latentes que nunca!
Categorías:Ensayos Ópticos
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