
Ser caprichoso para dedicarse al arte
El ámbito artístico y la profesión del artista no es un rubro sencillo del cual entrar a formar parte. Hay ideas preconcebidas, muchas de ellas erróneas, en la sociedad que desmerecen a quienes toman esta elección de vida.
Para dedicarse al arte hay que ser caprichoso. “Se necesita valentía y determinación y estar dispuesto a soportar lo que venga”, dice Esteban Ripa Mascaro al entrevistarlo sobre su obra “Caprichoso artista del invento”. Se trata de un libro de cuentos que se sale de lo usual, que habla indirectamente de las diferentes disciplinas artísticas, y del amor. Pero, principalmente trata de cómo vemos y sentimos nuestra vida. Los personajes, en muchos casos, se replantean su presente y de ese modo dan paso a la posibilidad de crear un futuro mejor para ellos.
Entrevista al autor:
-¿Cómo fue tu acercamiento a la lectura y la escritura?
Mi relación con la literatura empezó desde chico. Me acuerdo que una tía, que es como una segunda madre para mí, empezó a comprarme libros a los siete u ocho años. A veces me los traía ella y otras me llevaba a elegirlos a la librería. Los que más recuerdo son los de “Elige tu propia aventura”, historias que marcaron a más de una generación que promedia los cuarenta años y a más jóvenes también.
Entre los quince y los treinta años prefería leer novelas, sobre todo las policiales. Pero cuando comencé a incursionar en el cuento sentí un flechazo inexplicable. Así que empecé compulsivamente con eso y lo más curioso de todo es que escribía cuentos sin haber leído tantos cuentos. Una actitud osada, irresponsable de mi parte, porque para escribir cuentos, al menos aceptables, considero que hay que conocer primero y adentrarse después en los elementos, herramientas y mecanismos esenciales respecto al género. Pero, esto lo fui comprendiendo después de haber escrito mis primeros textos a los diecisiete o dieciocho años, cuando participé de los primeros talleres literarios, alrededor de veinticuatro años.
-¿Cómo fue la producción de los diferentes cuentos que integran este libro?
La mayor parte de los cuentos que integran “Caprichoso artista del invento” los escribí en el 2015, en un lapso de seis meses. Recuerdo que por entonces hice mi primer taller virtual con la escritora Laura Yassan, con quien estoy agradecido porque fue una gran interlocutora a la distancia. Ocho o nueve cuentos de mi libro fueron escritos a partir de consignas suyas y, como obtuve auspiciosas devoluciones a esos textos, empecé a pensar en la idea de publicar un primer libro.
Luego, urgido y embriagado por ese entusiasmo, me puse a revisar algunos cuentos escritos en años anteriores y encontré varios que me gustaron, pero que les faltaba una buena pulida. De esos me acuerdo que seleccioné tres o cuatro, los corregí con mirada exigente y minuciosa y decidí, entonces, sumarlos a los nuevos. De esa síntesis surgió la selección definitiva.
-¿A qué se debe la elección del título del libro, que es el de uno de los relatos?
La elección del título no fue algo que me haya generado problemas. Se debe a un cuento que me gusta bastante y que, con su título, para mí, engloba y representa muchas cosas.
Decidir ser artista, un creativo, y persistir en esa decisión, que para mí es un modo de vida único y extraordinario, es difícil. Que te entiendan, te acepten, te tomen en serio, es tarea complicada y con la que hay que lidiar ante tus pares, tu familia, la sociedad, etc. Y de ahí surge la pregunta: ¿ser artista es una actividad o un trabajo?, ¿merece ser remunerada la actividad artística? Por eso, supongo que para dedicarse al arte hay que ser bastante caprichoso, en un amplio sentido del término; se necesita valentía y determinación y estar dispuesto a soportar lo que venga.
Pensar en vivir del invento o vivir inventando es una idea que me gusta, es romántica y pretenciosa, pero es lo que constituye al escritor de ficciones, actividad que me apasiona y gratifica a cada instante de mi vida.
-En varios de los relatos se hace mención a las diferentes disciplinas artísticas, los personajes son escritores, músicos, actores, cineastas ¿era tu intención mostrar este abanico de disciplinas o se dio naturalmente?
No fue para nada deliberado que en mis cuentos aparecieran personajes vinculados a las artes. Imagino que se dio porque me interesa indagar, curiosear y descubrir qué ideas o pensamientos hay en la mente de este tipo de personas, tan diferentes e iguales a cualquier otra que se dedique a actividades no relacionadas con lo artístico.
-El amor de pareja y el interrogante sobre el anhelo personal son los temas que más presentes están ¿qué crees que te impulsa a escribir sobre esos ejes?
El amor de pareja y los anhelos personales son temas universales y me atraviesan necesariamente, por eso imagino que surgieron solos, porque me preocupan e interpelan como les sucede y sucederá a tantos otros, escritores o no.
Me interesaba contemplar todos los matices posibles sobre estas cuestiones y darles una mirada particular, y espero haberlo logrado, al menos en parte. Además, otra cosa que me interesa es cuando colisionan esos dos aspectos: los anhelos de la esfera íntima de cada individuo y los de la pareja, cada uno con su individualidad y deseos propios. Me asustan esas parejas que se mimetizan tanto que las motivaciones y proyectos personales se agrupan, mezclan y confunden tanto con los propios de la pareja, que se vuelven indistinguibles unos de otros.
-Los relatos están narrados por los personajes y utilizan un lenguaje coloquial local de Argentina ¿cuál es tu opinión respecto a la adecuación del lenguaje de los textos respecto al contexto en que transcurren las historias?
Yo soy partidario de que los textos se escriban con un lenguaje actual y que sean fieles al contexto temporal y geográfico en el que están inscriptos. Mis cuentos fueron escritos entre los años 2010-2015 y yo pretendía que eso se pudiese ver, sentir, tocar, palpar en mis historias. Si los narradores y los personajes de mis textos hubiesen hablado de otra forma, con expresiones propias de otro lugar y otra época, yo como lector no me hubiese creído lo que contaban. Necesitaba dialogar con quien yo era en ese momento y descontextualizando no me hubiera sentido fiel y genuino a mis necesidades de entonces. No creo en el lenguaje inocente, en el lenguaje neutro. Pienso como hablo y escribo como pienso y hablo, esa es la verdad. Me gusta generar empatía y eso sólo se consigue siendo honesto consigo mismo y los lectores.
-¿Cómo es tu mirada ahora sobre el libro, luego de cuatro años de su publicación?
Es un libro que me gustó escribir y del que siento un orgullo un poco bobo, pero que si me preguntan si lo escribiría igual ahora a como era entonces, seguramente diría que no, que cambiaría algunas cosas. Pero al mismo tiempo, tengo la convicción de que la mitad de los cuentos que lo integran me conforman y contentan bastante, son cuentos que tienen un nivel más que aceptable, y eso no es poca cosa.
-¿Cuál es tu próximo proyecto literario?
Tengo al menos dos proyectos dando vueltas: Una novelita comenzada hace poco y que escribo con cautela y ánimo templado, que imagino terminada recién para el 2021. Y algunos cuentos sueltos que, en el mejor de los casos, en algún momento espero se conviertan en un nuevo libro de cuentos, de mayor extensión y que tengan un hilo conductor que los haga funcionar mucho mejor en conjunto, que si estuvieran elegidos de manera caprichosa.
Agradezco a Esteban Ripa Mascaro por responder a mis preguntas.
Datos del libro: “Caprichoso artista del invento”, de Esteban Ripa Mascaro (2016, Ed. Masmédula, Género: Cuentos, Págs. 79).
Categorías:Reseñas de Lápiz y Papel
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