DESDE GETAFE, ESPAÑA: CUÑA DE «LETRAS ENCADENADAS» EN RADIO SAPIENS
ALREDEDOR DE LA MESA VIRTUAL ESTARÁN CONVERSANDO CON EL GENIAL, SENSACIONAL Y SUBLIME MÚSICO CLAUDIO GABIS: NORMA DOMANCICH, GLADYS CEPEDA Y MAXIMILIANO CURCIO. MIGUEL ÁNGEL CÁCERES GARCÍA ESTARÁ LEYENDO LA LETRA DE ALGUNAS CANCIONES DE CLAUDIO GABIS.

Por MIGUEL ÁNGEL CÁCERES GARCÍA
Les aseguro amigos y amigas internautas y oyentes de nuestras «Letras Encadenadas» que el capítulo de hoy va a ser netamente distinto a todos los anteriores en éstos más de seis años que llevamos con ustedes. No se ha hecho- créanme- nunca, nunca. Va a ser la primera ocasión-alguna vez tendría que ser la primera- que hagamos una mezclad de literatura y música. Se han preguntado por curiosidad ¿qué tal sienta esa genuina y atrayente mezcla de literatura y música? Yo creo que la música y la literatura se han llevado siempre muy bien. De hecho, ha habido maravillosos cantantes que han compuesto, cantado bellísimas canciones sacadas de hermosos poemas creados precisamente por sublimes rapsodas. Para mi la literatura y la música han sido muy excelentes compañeros de viaje. Se podría decir que se complementan muy bien. Como ustedes también conocen hay muchos tipos de música. Por ejemplo el rock, el blues, el pop… En esta novisíma historia nos vamos a centrar en las dos primeras que les he mencionado, es decir en el rock y en el blues. A mi modesto entender la primera ha tenido más raigambre, recorrido, ha sido más universal en cuanto es más conocida quizás que el blues.
Pienso que el rock ha tenido por otra parte más calado, ha arraigado bastante en todos los lugares del orbe terráqueo que la segunda. Ambas tiene el mismo origen anglosajón, pero mientras que el rock levantó las sorpresas y en bastantes casos la ira y la desaprobación por parte de la clase dominante, de los sistemas o «establishment» anquilosados de antaño por su transgresión, por ir contra las normas retrogradas impuestas. El blues prácticamente es lo mismo, pero lo hace de una forma más sutil, más elegante. Mientras que el rock es como un rayo como un relámpago el blues es como un lobo con piel de cordero. Yo estimo que ambas son músicas rebeldes, contestatarias, de protestas, de llamadas de atención a los que otros seres humanos padecían, padecen, sufren injustamente. Yo soy de los que pienso que el rock, el blues no solamente nacieron para entretener, para solazar a las gente sino para que ésta reflexione, medite sobre lo que unos jóvenes y no tan jóvenes realizan poseídos de guitarras, batería, órgano y demás elementos de percusión cantan, profirieren no solo con esos instrumentos sino con sus voces. Ellos no tenían armas ni eran nada violentos sino que utilizaban su magnífica música, sus como he dicho antes preciosas canciones para decirles a los demás-como decimos castizamente en España- «las verdades del barquero. Uno de estas grandes, grandes gentes, de estos inmensos y enormes jóvenes es CLAUDIO GABIS.
Y ustedes se preguntaran ¿quién es CLAUDIO GABIS? Pues, es nada más y nada menos que el fundador , el creador de un rock genuinamente propio, original en ese país al que yo quiero tanto, tanto: Argentina. CLAUDIO GABIS es el fundador exactamente del rock argentino. La irrupción de CLAUDIO GABIS en el panorama musical de la Argentina de entonces. No solo porque le puso patas arriba y derribó lo que hasta entonces estaba edificado sino que estableció una nueva forma de realizar una auténtica y pura música que hasta entonces solo tenía por desgracia referencias anglosajonas. Inquietó hasta los tanguistas más ortodoxos se sorprendieron y seguramente vieron peligrar con esa música algo tan típico argentino como es el tango. Pero no, CLAUDIO GABIS no llegó al panorama musical argentino ni muchísimo menos a derribar ni a imponer nada sino a expone, a decir, a interpretar otro tipo de música que perfectamente podía cohabitar con el muy propio tango, con esa raíz muy argentina. Y así ha sido, fue y será. El rock, el blues y el tango habitan, se llevan muy bien. Además tuvo el grandísimo y maravilloso mérito que precisamente ese rock, ese blues argentino no se quedará solamente allá sino que lo esparció por España y aquí en nuestra piel patria lleva nada más y nada menos que treinta y tantos años.
Me alegraría que estuviera muchísimos, muchísimos años, porque su música aporta diversidad, una gran frescura y calidad a esta música española tan decaída por lo menos desde que se inició el actual siglo y es que como decía otro de los grandes, grandes: Miguel Ríos «los viejos rockeros nunca mueren«. Es el caso de CLAUDIO GABIS. Por otro lado, las canciones que él ha compuesto son una crítica enteramente social y nítidamente un canto de protesta ante lo que ve, escucha, siente. Me encantaría que algún día de éstos cantara en Getafe. Aparte de estar allí paladeando- por ejemplo, en el Parque Lorenzo Azofra- sus bellísimas canciones notaría como se esparraman por toda mi alma palpablemente su hermosa música. Yo les invito, les sugiero a que conozcan, saboreen musicalmente a este insigne, ilustre CLAUDIO GABIS, porque pese a su edad sigue difundiendo lo que muy excelentemente compone, canta. Para mí, CLAUDIO GABIS es uno de los grandísimos trovadores no solo de Argentina sino de España y de todo el mundo. Por eso, con su música, con sus canciones tiene ya un muy privilegiado lugar en uno de los anaqueles de la biblioteca radiofónico- sonoro en por supuesto «Letras Encadenadas».

Extracto de la entrevista, por Maximiliano Curcio
–La historia del rock nacional existe gracias a marcados influjos internacionales, como el blues y el rock and roll anglosajón, y su origen se remonta a una nueva generación de jóvenes tan inquietos como inspirados. Estos bohemios apegados a la vida nocturna y la contracultura, se vieron profundamente imbuidos de la poética beatnik, reflejadas en sus canciones y actitudes, tan alejadas de academicismo, convirtiéndose en íconos de una época. ¿Cómo impactaron en ti estas influencias?
Muchísimo. Fue la filosofía o ideología a la que adherí en ese final de la década del ’60, en que empecé a crear y hacer música, a participar de ese movimiento contracultural que carcterizó a este tiempo. Provenía de esa bohemia escrita y pintada por Kerouac. Esa bohemia rebelde, totalmente alejada de los convencionalismos de ese mundo que surgió en la segunda posguerra. Creí en esa manera de ver la vida y qué, por medio de la música, por el ejercicio de componer y comunicarme con el público, iba a poder colaborar con la transformación de nuestro mundo. Por eso me hice músico y sigo siéndolo porque sigo pensando que el arte es una de las pocas herramientas con las cuales se puede transformar, verdaderamente el mundo. Por eso sigo queriendo tocar y que no sólo se toque a través de internet, sino que pronto, superada esta pandemia, volvamos a tocar con público. En mis conciertos, entre tema y tema, cuento acerca de ese tiempo en donde el arte de vanguardia se hizo tan popular y precisado por la gente. Tanto que la industria, durante ese pequeño lapso, tuvo que doblegarse y publicar esas obras de arte. Aunque después nos opacaron y vencieron, creo que seguimos, algunos de nosotros artistas, pensando en que el arte es la forma correcta de modificar las costumbres, el mundo y los pensamientos, de eliminar los prejuicios. Esa ideología, proviene, entre otras cosas, de la bohemia beatnik y también del surrealismo, que trataba de cambiar la visión imperante del mundo.
–Las nuevas olas del rock anglosajón que tomaron por asalto la escena musical, a uno y otro lado del Atlántico durante los años ‘60, se reformularon en nuestro idioma gracias a las modas y la fiebre producidas por un fenómeno que se arraigó fuertemente en nuestra cultura. ¿Qué rol cumplieron, a tu parecer, las fuentes vanguardistas que fuertemente impregnaban Europa al promediar dicha década?
Desde el movimiento estudiantil del ’68 en Francia al pensamiento de anarquistas de la mente; desde la literatura de Sartre y Simone Du Beavoir con su visión de la importancia de la mujer en el mundo hasta la rebeldía, al principio tan ingenua como comercial, de los Beatgles. Todos esos movimientos, que eran más moda antes que revolución, influyeron muchísimo en todo lo que hicimos nosotros y me marcó para siempre. Como dije anteriormente, sigo creyendo en el poder de esos movimientos para cambiar las cosas. Por eso, seguiré intentándolo.
-Los pioneros de nuestro rock cantaban canciones en el idioma español, contando aquello que expresaban los sentimientos sobre lo ocurrido en nuestras tierras, gracias a este contagioso estallido mundial. No obstante, se trataba primeramente de agrupaciones que versionaban las canciones en inglés de sus ídolos y referentes. ¿Qué factores considerarías como primordiales para que el género adquiera propia autonomía, sin convertirse en deudora de ninguna manifestación del rock cantado en inglés?
Primeramente, el idioma. Está muy bien que uno se inspire en fenómenos y hechos artísticos del mundo de habla inglesa, pero si uno quiere comunicar cosas importantes debe hacerlo utilizando la lengua que esa gente comprensa. Ese fue el móvil de la creación de Manal, un grupo que utilizaba, sin ningún tipo de dudas, la lengua española para expresarse. Lo otro es hablar de los lugares donde uno habita, identificando los mismos: los bares, las calles, los paisajes y los ríos…el entorno que caracteriza el lugar donde uno ha visto la luz por primera vez. Y luego, hablar de nuestros problemas propios, nuestra raíz como nación y grupo humano. Hay que hablar de esas costumbres que nos caracterizan. Hay que hablar de nuestras emociones. Cada grupo tiene su propia manera de vivir. Está bien inspirarse de influencias que vienen de otro lado. Los movimientos siempre han superado las fronteras y en el arte siempre ha ocurrido. Los movimientos nacen en un lugar, pero como son movimientos artísticos y valiosos se convierten en universales, características de todo buen arte. Para que lo que uno hace cobre importancia y cumpla con su labor artística y con la transmisión de una determinada filosofía y visión de mundo hay que hacerlo con los elementos que caracterizan al lugar al que uno pertenece y a la forma de ser, a la idiosincrasia de a quien estamos dirigiendo esa obra.
-La irrupción de Manal (Alejandro Medina-Claudio Gabis-Javier Martínez) dentro de nuestro rock nacional, a mediados de los años ’60, no tenía nada en común con aquello que por entonces se escuchaba en el ambiente, ofreciendo una notable renovación sonora y lírica. ¿Qué influencias y herencias del blues americano de pura cepa sintetizó este trío precursor?
Muchísimas, porque el blues era uno de los elementos fundamentales que inspiraron nuestra música y temática poética. El blues fue siempre un vehículo para expresar penas y sentimientos profundos, también para expresar sentimientos amorosos y eróticos. El blues es una música maravillosa y fue uno de los géneros musicales que más nos influenció. Pero nos influyó también mucho el jazz, un movimiento que se vinculo e inspiró con la búsqueda de libertad. Y no le dimos la espalda, de ninguna manera, a elementos que provenían de diversos lugares, como el tango argentino, el candombe del Río de La Plata, a la bossa nova que en aquella época arrasaba en todo el mundo. Yo diría, que si tuviera que estimar un porcentaje de influencias, el blues -por lo menos en mi caso personal- constituyó el elemento más grande que recibí e intenté actualizar para mi forma de hacer música.

Radio Sapiens es una radio de ámbito divulgativo, científico y cultural LETRAS ENCADENADAS es un programa creado y conducido por MIGUEL ÁNGEL CÁCERES GARCÍA.
Podés escuchar la entrevista completa en el siguiente link: https://ar.ivoox.com/es/avellaneda-blues-y-la-maravillosa-musica-de-audios-mp3_rf_53072028_1.html
Categorías:Conversaciones Siete Artes
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