
SINOPSIS: Aunque lleva seis años sin jugar al básquetbol, Fabricio Oberto aún extraña la competencia y busca una forma de ponerle fin a su carrera deportiva. El encuentro con sus ex compañeros de la Generación Dorada ilumina los distintos caminos que tomaron para darle nuevos sentidos a sus vidas.

–Alejandro, contame acerca del proceso de gestación del documental y como se complementaron en este proyecto mentes creativas relacionadas al basquet como Maxi Dubois e Iván Tokman.
Con Maxi e Iván hemos hecho ya varios proyectos, entre ellos Alma Naranja, una serie de 26 capitulos sobre la historia del básquet argentino que realizamos en 2014 para DxTV dónde Maxi produjo, Iván guionó y yo dirigí. Antes Iván y Maxi habían hecho Tiempo Muerto, una peli sobre los campeones del mudial de basquet del ’50 y su prohibición. Así que nos conocíamos y veníamos en tema. Con Maxi habíamos viajado a USA a ver a Manu y a Scola y habíamos entrevistado a casi toda la Generación Dorada, entre ellos a Fabricio. De ahí nació el proyecto. Después se sumo Fer Collazo, de la productora PonchoSauer que tenía un proyecto similar y nos unimos para hacerlo. Pero desde que volvimos de filmar en la NBA para Alma Naranja, con Maxi pensábamos en una peli sobre la Generación Dorada así que podríamos decir que por ahí está el gérmen del proyecto
-La voz en off de Fabricio Oberto nos explica acerca de un literal reseteo del sistema de cara a una nueva vida después del basquet, pero sabemos conociendo su intimidad que la explicación adquiere otras connotaciones. Contar su historia es mostrar la vida y los sueños de un eterno y apasionado buscador de nuevas fronteras a vencer. ¿Qué fue lo más atractivo que te resultó de esta personalidad para abordar desde tu costado de realizador en el género documental?
Esta es la primera vez que sigo a un personaje individual y protagónico en un documental. Suelo hacer películas más corales así que fue algo nuevo para mi. Son varias las cosas que me fascinan e interesan de Fabricio. Por un lado el tema de ser un GIGANTE, en el sentido puramente físico. ¿Cómo es eso de ser siempre más alto que todo y que todos? Agacharte en las puertas, no entrar en autos y asientos de avion. Algo de esa mirada, siempre desde abajo, está en la peli. Por otro lado realmente me intrigaba tratar de entender como es eso de que a alguien un par de años más joven que yo, de repente se le acaba la carrera. Y no hablamos de cualquier carrera sino de una de TOTAL éxito, campeón de todo. Eso me hacía pensar mucho en mis propios deseos y logros, en mis ambiciones. Luego está la personalidad propia de Fabri, un luchador, un guerrero, siempre intentando hacer algo desde el lugar que le toque, sea en sus equipos metiendo cortinas y haciendo el «juego sucio» a este tema de tener que reinventarse para no quedarse quieto. Y un roquero para afuera -en su voz, en su rostro, en su presencia-, pero en lo profundo, una persona con una sensibilidad extrema: un padrazo con su hija, un amigazo de sus amigos y, sin dudas, un referente en la Generación Dorada. Sinceramente no me imaginaba lo buen personaje que es…. ¡ni lo escurridizo que iba a ser!
-Al comienzo del documental se lee una frase de Gregg Popovich definiendo de forma muy elogiosa los atributos profesionales de Fabricio. ¿Cómo dimensionas la figura de Oberto dentro del importante rol que cumplió para la Generación Dorada y su proyección internacional consagrándose en la NBA?
Como decía recién, Fabri es Campeón por donde lo mires. Tiene TODOS los logros de la Generación Dorada, pero además es el único que comparte con Manu Ginobili ser campeón de la NBA y eso lo coloca en otra categoría… es como los que ganaron el Oscar. Aunque no te guste la peli, aunque después no filmen más, ya están en otra categoría… Pero más allá de lo deportivo en mi derrotero por la Generación Dorada lo que noto, por sobre todas las cosas, es que Fabri es muy querido. No sé si es por cordobés chistsoso (que no lo es tanto) o por lo que yo supongo (que es ser gran tipo), lo real es que Fabri es claramente querido por todos dentro de ese grupo tan heterogéneo… y cómo estuve con él en San Antonio sé que eso se replica también allá. ¡Por algo debe ser!
-Si nos remontamos a los comienzos del cine y su génesis documental, ¿en dónde consideras que reside la magia para que este tipo de retratos sigan emocionando y el género documental sea vital a la hora de llevar a la pantalla testimonios humanos tan íntegros?
El cine es un espejo fantasioso en el que nos miramos y el documental, sin dudas, nos ofrece un reflejo que nos resulta aún más cercano y nos conmueve por la cercanía, por el mero hecho de saber que tiene una base real. A mi como realizador si lo que filmo no me conmueve, no me interesa y busco que algo así les pase a los espectadores. Yo creo que uno ve la historia de Fabricio, pero indefectiblemente en algún lugar se está viendo a uno mismo y ahí radica la magia. No son necesariamente reflexiones conscientes, pero no tengo dudas de que están ahí. Como te decía antes, creo que lo que le pasa a Fabricio a todos en algún lugar nos toca. ¿Cómo es que este tipo que toco el cielo con las manos, tiene semejante insatisfacción? ¿Y a mí, qué me pasa? Fabricio tiene la valentía de compartir esto con nosotros y este conflicto, que es tan humano y tan común en cualquier adulto, creo que es difícil que no nos toque de alguna forma.
-Resulta sumamente interesante observar el intercambio de Fabricio con sus ex – compañeros de la selección, quienes se encuentran también transitando este personal proceso de retiro de la actividad profesional. ¿Pensaste en la posibilidad de abordar este ejercicio documental desde la mirada de otros integrantes de la ‘generación’ posteriormente?
En general no suelo volver a una temática, no soy muy amigo de las partes II. Sin embargo tengo que decir que siempre (antes incluso de haber empezado siquiera a planear Reset) tuve ganas de hacer algo sobre Manu, cuya historia me parece MUY interesante. La verdad es que todos ellos son personajes increibles. Scola tiene una cabeza alucinante y que no para, Chapu es un personaje de novela… quizás, si efectivamente alguna vez se vuelven a juntar, sería bueno seguir ese proceso, pero no ya como una peli con un protagonista sino como una obra más coral. Pero como te digo, en general una vez que traté un tema, avanzo hacia otros lados.

RESEÑA: Del productor de la serie «Alma Naranja» (DEPORTV), «Gilda» e «Infancia Clandestina», Maxi Dubois, llega “Reset”. Alejandro Harttman dirige este documental, en donde la voz en off de Fabricio Oberto traduce el término reset como “la puesta en condiciones iniciales de un sistema”. La figura de este ex basquetbolista cordobés, dueño de una trayectoria que alcanzó su cénit en la NBA y con la Generación Dorada de la selección nacional, se erige como una de las más destacadas en su disciplina durante los últimos años. Epítome de garra, tesón y perseverancia, supo cumplir un rol auxiliar fundamental para el equipo de San Antonio Spurs que ganara el anillo de Campeón de la NBA en 2005. Seis años después de su retiro, luego de un problema cardíaco detectado, Oberto echa la mirada atrás y reflexiona acerca de este nuevo comienzo. Desde los escenarios musicales, con su banda de rock New Indians, hasta la práctica del deporte extremo en el desierto del Sahara, Fabricio es un eterno buscador, un alma inquieta que persigue la auto superación. Con guión de Iván Tokman (director de la película “Tiempo Muerto”) y post-producida en tiempos de cuarentena, «Reset, volver a empezar» no sólo es un abordaje documental recomendable sobre uno de los más grandes del básquet nacional que hizo historia junto a la selección, sino que también es una pieza que transmite, en su heterogeneidad, emociones, un documental que muestra lo sensible y maravilloso del formato a la hora de contar una historia de vida con la que muchos podrán verse reflejados. La magia de mostrar la vida, la pasión y los sueños que nos toca vivir nos lleva a colocarnos bajo la piel de aquellos imperecederos exploradores de nuevos desafíos.
Categorías:Conversaciones Siete Artes
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