
Cuando la palabra se niega
cuerpo a cuerpo intento desbocarla
que germine ante el silencio
o agriete, potente, el muro
y escriba en él, la lengua franca
Prefiero las verdades
con sus temblores de fuego
a que se apaguen las palabras,
que cuando ni el recurso del sueño
le sirve al olvido
la noche va cayendo del reloj
Porque si enmudezco
será como un bozal atorado en el alma
y aquella calle sin pasos
con sus esquinas de eternas sombras
me anclará en un patio de infancia.
Categorías:Poesías al Margen
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