
Óleo sobre lienzo
Autor: Giorgio Morandi (1890-1964)
Hay pintores que a medida que pasan los años se van despojando del bagaje de tecnicismos que las academias les han proporcionado. Este es el caso de Giorgio Morandi y sus pinturas finales.
Quizás en el alma y el pulso de Morandi afloraron en esta última etapa de sus pinturas el espíritu de los primitivos pintores Renacentistas italianos.
En esta “natura morta” del año 55, su parquedad de elementos y colores resumen las ideas estéticas de este notable artista boloñés. Una superficie que podría ser parte de una mesa, un fondo neutro y dos objetos de cerámica. Nada más. O al menos en apariencia.
Como corresponde a un trabajo al que le asigna parquedad de medios pictóricos, Giorgio Morandi nos propone en algún sentido, acomodar en nuestros ojos esta escasez de elementos y colores, imaginarnos el lugar y el contexto en donde realizó esta tela. Buen ejercicio.
Me presto al reto: Una habitación en donde seguramente, convertida en atelier, el maestro posó ambos elementos sobre una mesita con una simple pared de fondo. Aquí planteó una composición absolutamente apaisada. Sin estridencias ni fanfarronadas cromáticas. Probablemente haya armado el dibujo con un simple “pincel seco”. Creo también que el maestro, apiadándose de nosotros, nos dejó una pequeña pista respecto a la hora en la cual se plantó frente al caballete a definir esta pintura.
De qué estoy hablando? Del pequeño reflejo de una lamparita eléctrica, o quizás la luna colándose por la ventana abierta, que aparece en el centro del pequeño botellón. Un bello nocturno.
Gracias maestro.
Categorías:Ensayos Ópticos
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