
Uno de los recursos comunes en la literatura es el relato enmarcado, el cual consiste
en contar una historia dentro de otra historia, marco o contexto. Uno de los libros
construidos bajo este recurso es El beso de la mujer araña, de Manuel Puig, novela en la
cual un preso le cuenta películas a su compañero de celda.
Manuel Puig fue un escritor que empezó su recorrido queriendo escribir cine, pero
que los monólogos interiores extensos lo llevaron a desarrollar sus historias en el género de
la novela. En la novela mencionada, el cine no es un elemento más en este libro, sino que
toda la historia se escribe mediante una estructura cinematográfica: no hay un narrador que
introduce los hechos, es la voz de los personajes, el diálogo, el modo en el que se nos
transmite la trama. El narrador se desplaza por las voces de los personajes, no hay una voz
autorizada que vaya ordenando el relato. Incorporando informes policiales y notas al pie
para reponer la información que no es posible mediante la oralidad de los personajes.
Respecto al argumento, este se centra en el melodrama de un amor imposible,
poniendo en cuestión los doxas familiares, códigos morales y sexuales.
El autor también aborda la temática de los estereotipos, los lugares comunes, el modo del habla popular y las expresiones que se identifican con determinada clase social. La idea rectora que atraviesa todo el relato es que los personajes (las personas) están atravesadas por los discursos
sociales de su época.
Datos del libro: El beso de la mujer araña, de Manuel Puig (1976, Seix Barral,
género: novela, págs. 228).
Categorías:Reseñas de Lápiz y Papel
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