ARTE DE VANGUARDIA: ‘Hacia una ampliación del concepto de Vanguardia’. Por Ornella Fasanelli

El presente escrito buscará generar una reflexión acerca de la Vanguardia y su impacto en el área del arte principalmente, aunque también se hará una ampliación hacia el campo de la política y lo social. Asimismo, es intención del artículo trazar a manera de boceto una respuesta ante la pregunta ¿Qué es la Vanguardia?, para la cual se utilizará a manera de guía o principal fuente el texto “El tiempo de las vanguardias políticas y artísticas” (1999) de Nicolás Casullo, entre otros.

En palabras del propio autor:

“La historia genera un momento de aceleración casi como cien años atrás en el pasaje del siglo XVIII al XIX se vivió una aceleración política y cultural, también a principios de este siglo el campo objetivo de la historia mostraba que esta se aceleraba en sus novedades, en sus modificaciones en las cosas inéditas q planteaba- pero también esta atmosfera de aceleración se daba principalmente en la subjetividad de los acortes de la historia, en la conciencia de los sujetos históricos.” (Casullo, 1999; pg 65)

La aceleración de la historia a la que hace referencia Casullo se encuentra en directa relación con los sucesos acontecidos en el periodo de las denominadas “Vanguardias” que no solo se manifestaron en el plano artístico, sino también en el político, económico y especialmente en lo social. La primera mitad de S XX, a la cual se la suele referir como el periodo de guerra y entreguerras, viene acompañada de grandes tensiones donde los países que la atravesaron quedaron completa o parcialmente dañados no solo lo edilicio sino social y político. Es sabido que artistas adheridos a algunos de los movimientos artísticos desarrollados en la vanguardia participaban activamente en diferentes partidos políticos, lo que les permitió llevar sus ideales y materializarlos en la obra.

No obstante, además de haber sido una época de grandes catástrofes, también lo fue de grandes avances, especialmente en el área de la industria, donde se incorporan nuevas tecnologías ligadas a la producción que superan a la maquinaria, por ejemplo, nuevos medios de transporte como el auto y el tren a vapor que significó más carga en menos tiempo y menos gastos de combustible. La Segunda Revolución Industrial instauró una nueva forma de vida y trabajo, aunque no fue el único factor que desde lo ideológico e intelectual marcó la diferencia, sino que los aportes hechos por Albert Einstein y Freud, la difusión de la fotografía, con su posterior nacimiento del Cine, asimismo introdujo a la sociedad a una nueva etapa en la historia. En estos años de transición lo tradicional convivió con la novedad en una lucha por la permanencia, la revolución adquirió protagonismo en un marco de ansias de ruptura, delimitando un antes y un después de la Vanguardia.

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Guernica – 1937-, Pablo Picasso

Cuando se habla de revolución en el marco de las vanguardias no solo se hace referencia al plano artístico e intelectual, sino también al político, económico y principalmente al social. La revolución social nace a partir de la difusión de ideas marxistas que llevaban adelante partidos de izquierda, es en este entonces donde la clase obrera adquiere un papel protagonista en las manifestaciones y protesta por sus derechos. Se puede mencionar que el trasfondo de una de las obras mas famosas de Picasso “Guernica” hace referencia a la guerra civil española desarrollada durante los años de la vanguardia.

En lo mencionado hasta aquí puede dilucidarse la existencia de una estrecha relación que se da en la época de la vanguardia entre los planos económico, político y social con el artístico. El arte de vanguardia es un arte que tomó, directa o indirectamente, el contexto del momento como inspiración para su contenido, desde la participación en grupos políticos por parte de los artistas, hasta el contenido que manifestaban o buscaban proyectar en sus producciones. Los diferentes movimientos dados durante este tiempo se concentraron en la ruptura, en la protesta hacia lo establecido y lo acontecido; pero su grito era efímero, algunas veces tapado por otro grito mas fuerte de otra corriente o porque no tuvo la pregnancia que se necesitaba para que sobreviva. El arte fue el principal medio para representar los horrores sucedidos en la primera parte del S XX, no buscando el naturalismo y lo fidedigno sino lo trastocado, que aun permanezca como tolerable a ser contemplado, y no responda a lo tradicional de la academia. Casullo utiliza para referirse a esta función del arte vanguardista como un “termómetro de la subjetividad de la modernidad”.

No obstante, se puede referir a la Vanguardia de otra manera diferente a lo que Casullo propone. Al hablar de Vanguardia no solamente se alude al arte. Creo que, así como sucedió en el Renacimiento, esta época que marco el fin de la modernidad no solamente transcurrió en el plano del arte: La vanguardia es todos los avances y las desgracias sucedidas en la primera mitad del SXX, es tanto las guerras como las respuestas a ellas, es tanto las catástrofes como los avances producidos a partir de ellas, es tanto lo transcurrido en los planos que integran la vida cotidiana como su manifestación en el arte. Vanguardia es revolución, es lucha por la permanencia, pero así también por una transformación, es el grito de protesta que, aunque se haya materializado de maneras diferentes en los movimientos artísticos, todos aquellos hacia referencia a lo mismo, a la ruptura de lo establecido, al alejamiento de la realidad, a la protesta por el tradicionalismo y a la crítica por el contexto que se vivía en aquel entonces. El nexo entre arte y contexto se hace más fuerte pero asimismo se aleja en la complejidad que se presenta para comprender el sentido o lo que la obra de arte intenta representar. Al alejarse del realismo y lo fidedigno de la representación, así también se alejó de la comprensión por parte del público, pasando a ser un arte rechazado, fuera de la Academia. Requirió de años de resistencia para que las personas lo vean como un arte de ruptura, de innovación, y ahí entonces integrarlo parcialmente al circuito artístico. En un momento de ebullición, la obra de arte se ubica en el frente de batalla.

Cuadro de texto: “Manifiesto dadaísta” (1918)

Aquel grito momentáneo quedo registrado en los llamados “Manifiestos vanguardistas”. Como ya se mencionó previamente, la vanguardia guarda una íntima relación con la política a través de la participación por parte de artistas en grupos de tal índole. Con la inserción de un activismo político en el arte, que trajo consigo la voluntad rupturista de la revolución y la transformación de la sociedad, nace el “Manifiesto” dentro de la vanguardia. Aquel, al igual que el político, difunde de manera pública y masiva utilizando un vocabulario técnico para expresar las ideas y valores que caracterizan al movimiento que se encuentra detrás de aquel escrito. Los manifiestos vanguardistas coinciden en una fe por el avance, por la innovación, y la ruptura con lo establecido, una protesta hacia el tradicionalismo, denominándose por ello con la finalización de “ismos” todas aquellas que participaban en la fabricación de manifiestos.

Las obras producidas bajo la tutela de un cierto manifiesto irán a coincidir con las ideologías que aquel promueve y buscará acentuar el mensaje que expresa. En un contexto histórico donde la difusión de manifiestos dentro de la política está en su auge (manifiesto comunista e ideas marxistas), el campo del arte no se encuentra aislado de tal hecho, sino que lo refuerza con la militancia en ciertos partidos por parte de artistas. Aquellos serán quienes crearán o se integrarán bajo una misma ideología que conformará una corriente artística con su posterior manifiesto, bajo el cual producirán obra.

Cuadro de texto: “Moulin Rouge, La Goulue” (1891) de Henri Toulouse Lautrec
“Moulin Rouge, La Goulue” (1891) de Henri Toulouse Lautrec

Cada movimiento de la vanguardia buscará reflejar su manera de apreciar el mundo, como por ejemplo el expresionismo que irá a acentuar en los sentimientos que definen un momento y un espacio antes que en la realidad misma, o el cubismo que representará una visión fragmentada haciendo énfasis en lo geométrico, o incluso el futurismo que buscará representar los avances y progresos de la época en la que se encuentra con vistas hacia el futuro antes que el pasado, o quienes ven el mundo como algo irracional y absurdo como los dadaísta, o como los surrealistas quienes prefieren ver su mundo desde el plano de los sueños. De manera conjunta, todos ellos buscarán poner en tela de juicio su manera de ver el mundo e irán a coincidir en el alejamiento de la realidad tal y como la vemos, o en otras palabras, la no representación fidedigna de la realidad sino el distanciamiento de ella.

BIBLIOGRAFÍA:

Casullo, Nicolás. “El tiempo de las vanguardias artísticas y políticas”. En: Casullo-Forster-Kaufman. Itinerarios de la Modernidad. Corrientes del pensamiento y tradiciones intelectuales desde la ilustración hasta la posmodernidad. Buenos Aires, Eudeba, 1999, pp. 65-93.



Categorías:Arte de Vanguardia

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