El domingo 22 de diciembre, a las 20:00 horas, en homenaje a la solidaridad cotidiana y silenciosa y bajo el lema “Es necesario cantar de nuevo una vez más”, en más de 300 ciudades del país cantarán Inconsciente colectivo de Charly García. La iniciativa tiene la organización de Red Solidaria, creada por Juan Alejandro Carr, un emprendedor social argentino gestor de este movimiento social y cultural nacido en 1995. Desde las 17:00 hs, diversos artistas se reunirán en Plaza de Mayo, en apoyo a la causa solidaria. Participarán: Juan Carlos Baglietto, Lito Vitale, Hilda Lizarazu, Fabián Von Quintiero, Fernando Samalea y Javier Malosetti, entre otros destacados de nuestro ambiente musical.

Algunas de las ciudades cuya participación está confirmada son: Córdoba, Rosario, La Plata, Tucumán, Mar del Plata, Salta, Santa Fe, Corrientes, Bahía Blanca, Resistencia, Posadas, Paraná, Jujuy, Santiago del Estero, Guaymallén, Formosa, Neuquén, Río Cuarto, San Luis, Concordia, La Rioja, Catamarca, Comodoro Rivadavia, San Juan, Pergamino, Santa Rosa, Tandil, Río Gallegos, Villa Mercedes, Puerto Madryn, Bariloche, Trelew, Maipú, Chivilcoy, Junín, Olavarría, Roque Sáenz Peña, Rafaela, Gualeguaychú, Venador Tuerto, Villa María, Orán, Necochea, Carlos Paz, Tartagal, Álvarez (Santa Fe), Rauch (Buenos Aires), Mocoretá (Corrientes), El Piquete (Jujuy), Chaltén (Santa Cruz) General Pico (La Pampa) Paraná (Entre Ríos) Playa Unión (Chubut), Villa Regina (Río Negro), ciudad de San Juan, Roque Sáenz Peña (Chaco), Puerto Iguazú (Misiones), ciudad de Córdoba, Santiago del Estero, Villa La Angostura (Neuquén), Las Lomitas (Formosa) Ushuahia (Tierra del Fuego), ciudad de Catamarca, Río Gallegos (Santa Cruz), Ciudad de La Rioja, Merlo (San Luis), Carlos Paz (Córdoba), San Miguel de Tucumán, Tartagal (Salta), ciudad de Rosario, San Rafel (Mendoza), y la Ciudad de Buenos Aires.

UN GRITO DE LIBERTAD, por MAXIMILIANO CURCIO
Inconsciente Colectivo es un término acuñado por Carl Jung desde la concepción de arquetipos de su obra más temprana. En otras palabras, las estructuras de la mente inconsciente compartida entre los miembros de la misma especie (entendidas bajo su concepción mitológica) heredan todo el bagaje espiritual y cultural que favorece la evolución humana, innato mapa de influencias incorporado en cada ser al nacer.
Bajo esta línea conceptual, Charly García se convierte, por enésima vez, en un lúcido receptor que testimonia, a través de su arte, aquello siniestro del mundo que nos inquieta. Para este provocador incorregible, su arte musical es una maquinaria infalible. Desde su matriz, compone un sistema que produce dispositivos para ver la realidad de un modo diferente. Así, nos contó el volcánico transitar de nuestra realidad política durante los últimos 45 años de vida como nación.
Este icónico tema, que inaugura la obra solista de García, tensa el abismo existente entre la nueva era floreciente (presagia el fin de la dictadura militar, casi un año antes) y una realidad que consumía nuestra esperanza (Argentina vivía la angustia de una inexplicable contienda bélica). En ese sentido, el concepto tan imperceptible y abstracto de la libertad, como base y fundamento del ciudadano en democracia, es el bastión del artista para desnudar la contrariada y conflictiva naturaleza humana. Aún presos de las ataduras políticas en plena época de oscura dictadura, nuestra atávica pulsión de libertad allanará nuestro camino.
El grito de libertad amparando a «los hambrientos, los locos, los que se fueron, los que están en prisión» cobra emotividad, mientras se posiciona como un necesario mensaje esperanzador, iluminando tiempos aciagos. Fervientemente deseando liberar mentes aprisionadas, García aplica su filosofía escapista a tiempos de censura, silencio, muerte y encierro. Una vez más, la chatura militar no supo verlo.
Este tema sellaría su destino de clásico al ser cantado en vivo por Mercedes Sosa, como cierre del recital celebrado, el 26 de diciembre de 1982 en el estadio de Ferro Carril Oeste, un acontecimiento histórico coronado con aquella destrucción escenográfica (sobre la obra de Renata Schussehim) que Charly acometiera durante la icónica “No Bombardeen Buenos Aires”, a pocas semanas de presentar su debut solista «Yendo de la Cama al Living».
Esta consagración definitiva como emblema de la música popular nacional magnifica su significado político y cultural, perteneciente a una bisagra histórica que, en su lírica, desprende la metáfora del ocaso de un opresivo régimen, pronto a extinguirse. Charly, una vez más, desafiaba con su exquisito arte los ortodoxos dictámenes de un tiempo turbulento.
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