
Hope Portocarrero (ex-Primera dama y Presidenta de la Junta Nacional de Asistencia y Previsión Social de Nicaragua) era una mujer bellísima, culta e inteligente y sobre todo amante del arte. En 1967, Rubén Darío, el más grande de los poetas de todos los tiempos que ha nacido en América cumplió un centenario de su natalicio. Ella quería homenajear a Darío, y que mejor construir un excelso edificio que llevara su nombre. En Abril de 1964 se inició la promoción, en enero de 1966 se terminó el diseño y en octubre de 1966 se inició la construcción del futuro teatro que llevaría su nombre.
El sábado 6 de diciembre de 1969 se inauguró el majestuoso Teatro Nacional Rubén Darío, con la presentación del Ballet folklórico de las Américas, dirigido por la mexicana Amalia Hernández Navarro (1917-2000). El periódico The New York Times lo calificó como el mejor centro para las presentaciones escénicas en Latinoamérica.
Esta colosal casa del arte sobrevivió al terremoto del 23 de diciembre de 1972 (de 6.2 grados en la escala de Richter) y en el Salón de los Cristales tradicionalmente se han presentado exposiciones de fotografía, pintura, escultura y mapas desde que se inauguró el teatro. Desde hace varios años se celebra el evento ‘Miss Nicaragua’ el evento de modelaje más importante del país. El Arquitecto de esta espectacular obra fue José Francisco Terán Calleja; él diseñó los planos del edificio, ubicándolo cerca del lago Xolotlán, frente al costado norte del Parque Darío, cerca del Palacio del Ayuntamiento, el Club Social Managua, la hoy Antigua Catedral de Managua y el Palacio Nacional, actual Palacio de la Cultura.
La Revista Construir en mayo del 2016 publicó un artículo y señala que: La capacidad del auditorio es de 1.199 personas con líneas visuales perfectas. Ninguna persona está a más de 76 pies de la cortina principal. Los tres balcones son poco profundos para evitar la distorsión de los sonidos. La Platea Principal tiene 701 asientos divididos en 18 hileras continuas con 0.98 más de esparcimiento, en el sistema de sentado que se conoce como ‘Continental’, con tres entradas dobles a cada lado. Los tres balcones tienen una capacidad de 498 asientos, siendo el primero el balcón presidencial con capacidad para 150 personas ubicado al mismo nivel del Salón Magno o Salón de los Cristales. Los otros balcones, segundo y tercero, tienen capacidad para 174 asientos cada uno”.

Inspirado en el Lincoln Center de Nueva York
El edificio fue diseñado inspirándose en el Lincoln Center de Nueva York, Estados Unidos. La acústica del Teatro Nacional Rubén Darío es la mejor de América Latina. Gracias a Hope Portocarrero, hoy Nicaragua puede sentirse privilegiada por tener unos de los mejores teatros de América. Esta visionaria y ejemplar mujer ha sido noble protagonista de que durante estos 50 años incontables artistas nacionales e internacionales han disfrutado y seguirán disfrutado de este formidable escenario, el Teatro Nacional Rubén Darío fue construido con genuino cariño, admiración y con gran arte de amor, para el arte y por el arte. El público que ha estado presente en alguna de las diversas actividades culturales y artísticas en esta hermosa prenda arquitectónica en una sola palabra puede expresar su experiencia y es “excepcional”.
Categorías:Latinoamérica Arde
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