
Oskar Kokoschka 1/3/1886 – 22/2/1980
Pintor de orígen Austriaco
“La novia del viento” óleo sobre tela 120 x 630
Originariamente su familia se dedicó a la orfebrería, trabajando en una casa a orillas del Danubio. Sus primeras influencias como artista vienen de la mano de figuras tan extrañas como Sigmund Freud, Gustav Klimt, Gustav Mahler, los expresionistas europeos, y me atrevo a decir que el fantasma del pintor que había inventado los cielos más locos de la historia de la pintura, lo sobrevolaron toda la vida.
Vivió muchos años, tuvo una enorme producción pictórica, se mofó con sus pinceles de los intelectuales de esa época y se enamoró de Alma Mahler (la viuda del compositor). Su vida fue muy inquietante.
Un día, mientras dictaba sus memorias, un infarto súbito se lo llevó. Tenía 93 años.
Pero en medio de todas estas circunstancias pintó La Novia del Viento. Un alegato de amor y de locura.
Alma se escapó de esta relación de tres años con temores ciertos. Oskar se propuso relatar en esta pintura los delirios y la carnalidad de una relación tormentosa. No se si usó pinceles o estiletes. Espátulas o espadas. No se si usó pinturas o vientos de colores.
Fijó a la mujer sobre uno de sus hombros, dormida, quizás soñando en su huida, tal vez solamente agotada por las circunstancias.
Él quiso plasmarse mirando al infinito, relajado, con sus dedos entrelazados y sus músculos laxos.
Envolvió a la pareja en una tormenta de tules que jamás los volverían a contener. Supongo que la ruptura de esta pareja lo marcó para siempre. No creo en su total separación, ni tampoco voy a creerlo por más que la historia me lo explique. Prefiero quedarme con esta potente imagen de un amor levitando en el tiempo.
Oskar Kokoschka supo recordar el oficio de sus padres. Esta pieza de orfebrería así lo atestigua.
Categorías:Ensayos Ópticos
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