
Peleador, pendenciero, buscapleitos, prófugo de la justicia por un asesinato cometido debido a una cuestión de apuestas. Tremendo artista, adelantado a su época, irascible. Pintor como pocos, dueño de una paleta y una inventiva sin par. Nació en Milán, Italia, el 29 de Setiembre de 1571. Falleció muy joven, tenía 38 años.
Adhirió al barroco, a la pintura religiosa. Fue el artista mas influyente de su generación. Frecuentemente los encargues de sus clientes eran rechazados, reprochándosele el realismo de sus figuras, como también la elección de sus modelos. Caravaggio solía buscar figuras para sus pinturas entre la gente mas humilde, mendigos, prostitutas, pibes de la calle, etc.
De la obra que traigo a cuento, nuestro artista tomó el tema del mito griego de Medusa, una mujer con cabellos de serpiente que convertía en piedra a todo aquel que la mirara. El pedido fue realizado por el cardenal Francesco María del Monte para usarlo como escudo ceremonial. El mismo Caravaggio posa para el rostro de Medusa, plasmando el gesto de esta mítica mujer antes de morir.
El pintor resalta la mirada, la boca se encuentra completamente abierta profiriendo un grito silencioso y dramático a la vez. Su frente arrugada desliza incredulidad, dudando de su invencibilidad.
La maestría de esta obra esta dada en la técnica que emplea el artista para convertir una superficie convexa haciéndonos creer que es cóncava. La cabeza de Medusa nos avanza. Un gesto de exquisitez.
Categorías:Ensayos Ópticos
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