Paula Modersohn-Becker nació un 8 de Febrero de 1876 en Dresde, Alemania. Fue pintora y una avanzada al anticiparse al movimiento expresionista que estaba desembarcando en su país. Fue la esposa del paisajista Otto Modersohn, también nacido en un mes de febrero, pero de 1865.

Esta mujer viajó varias veces a París. Allí conoció al escultor Auguste Rodin, a Edouard Vuillard y al movimiento de los Nabis en particular. Es imposible no pensar en la influencia que estos personajes tuvieron en su formación artística. París ardía culturalmente por esos años.

La pintura que hoy tratamos es LA VIEJA CAMPESINA, un óleo sobre lienzo de .71 x .59cm. realizada en el año 1903 en una de sus estadías parisinas. Cuando observo esta obra pienso que podría ser de cualquier medida o de cualquier época. El maravilloso logro de esta dama radica en haber enfrentado al tiempo y derrotarlo. Ahí está la clave.

Una mujer campesina con ropas atemporales, con el cuerpo entregado al reposo luego de un día de trabajo. Un rostro compasivo, unos ojos escrutando un futuro monótono e incierto. En los brazos, sus músculos acusan la tarea diaria. No puedo dejar de imaginar al Picasso de varios años después y su cuadro Las Señoritas de Avigñon. Pero Paula lo anticipó. Y esto en la historia del arte se cotiza.

Lamentablemente, nuestra artista hoy abordada, solo pintó durante diez años. ¿Hacía falta mas?

Paula Modersohn-Becker murió de un ataque al corazón después de parir a su primer hijo, un día 21 de Noviembre de 1907 en Worpswede, Alemania.

LA VIEJA CAMPESINA, según las noticias que tenemos de esta obra, no es un autorretrato.

Yo no estaría tan seguro.

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