
Ungió su cuerpo de fango
y otra vez
hundió sus manos en la tierra mojada.
Miró al cielo
y esta vez
sembró los sueños de un día.
Llenó de flores su cabello
y por primera vez
recostó ilusiones,
voces de antaño,
llamados emitidos,
gemidos,
llanto,
risas,
corridas,
retoños de desamparo.
Desnudó sus restos
de presagios y plegarias,
bañó de antiguo llanto
la piel de ese traje maltrecho.
Atormentada hiriente vida,
angustia desatada furiosa
que avanza mofándose de su victima,
sólo quería por última vez
besar el yugo de su gestación
indultándose la condena.
Clavó sus ojos al cielo
las uñas, al suelo
aferró su nada y se despojó del tiempo.
Categorías:Poesías al Margen
Muy bueno 👏👏👏👏
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