
Sé
del silencio de la sangre
cuando se bordea la cornisa,
del pozo sin lumbre
y la mano cansada
Sé
de la angustia prendida al pecho
del derrumbe en el que piso
con párpados desiertos
Sé
de los escollos con escombros
de la detención de los días
de horas sin tiempo
y del tiempo que no fue
Sé
de la vertiente seca
cuando orilla los pies,
de la almohada querellante
de la oscuridad en la noche
de las noches errantes
Sé
del vértice en la espera
de la espalda cuando corcovea
del acontecimiento feroz
que asesina la palabra
Pero, ante todo, sé
de la opacidad del semblante
cuando no hay máscara que cubra
los ojos astillados.
Categorías:Poesías al Margen
Muy bueno 👏👏👏
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